sábado, mayo 25, 2024
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Aznar, un jarrón chino que ya nadie mira

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“Somos como grandes jarrones chinos en apartamentos pequeños. No se retiran del mobiliario porque se supone que son valiosos, pero están todo el rato estorbando”. Felipe González describió de esta manera tan gráfica el papel que a su juicio mantienen los expresidentes del Gobierno cuando dejan el poder. Aznar hace años que experimentó esta sensación cuando abandonó La Moncloa. Y hace tiempo que también la experimenta en el Partido Popular. Hoy ya nadie mira a Aznar.

Esta es la estrategia que ha impuesto Rajoy en el PP: hacer oídos sordos a todos sus “dañinos” comentarios. No puede atacarle, porque aún es miembro destacado de la organización. Pero tampoco quiere que sus opiniones hagan mella interna. “Sus comentarios aún generan sobresaltos”, reconocen fuentes ‘populares’. Pero hoy ya nadie en el PP cree que sus ataques “resten votos” a los conservadores. Por ello, el director de campaña, Jorge Moragas, no tiene ninguna intención da hacer cambios por esta cuestión.

Nada –salvo que Rajoy deje de liderar el PP- impedirá que Aznar siga hablando durante la campaña. “Está echado al monte”, reconocen fuentes ‘populares’, que aseguran que se trata de un comentario generalizado en el PP. “Ahora es momento de estar todos a una, aunque no estemos de acuerdo con todo lo que hace la dirección del partido”, insisten las mismas fuentes, que ponen de ejemplo a Esperanza Aguirre. “Ella siempre ha sido un látigo para el liderazgo y la política de Mariano Rajoy, pero ahora no duda en pedir el voto para el PP”.

Una buena parte de la formación no aprueba la actitud del presidente de Honor ‘popular’. No entienden su posición, y mucho menos aún su propósito. Aunque su mensaje cada vez es más claro. El también presidente de FAES pidió este jueves, durante la clausura del Máster en Gobierno, Liderazgo y Gestión Pública del Instituto Atlántico de Gobierno, que se hagan «los sacrificios personales que sean necesarios» para enderezar el futuro de España. En ningún momento mencionó a Rajoy. Tampoco al PP. Pero a buen entendedor pocas palabras bastan. Y los 'populares' ya están acostumbrados a sus mensajes demoledores.

Los dardos envenenados de Aznar

«¿Dónde está el PP? ¿Aspira realmente el PP a ganar las elecciones?». Este fue el resumen de su intervención en la última Convención Nacional del PP. Pocos meses después participó en cinco actos de la campaña de las últimas elecciones autonómicas y municipales. Y a partir de ahí desapareció. Tras los resultados electorales de las últimas elecciones catalanas del 27 de septiembre volvió a meter el dedo en la llaga y advirtió al PP -el mismo día que había convocado una Junta Directiva Nacional- de que Ciudadanos le podía arrebatar la primacía del centro-derecha en España después de haberla logrado en las elecciones catalanas. Algunos 'populares' dicen que la simpatía que siente Aznar por la formación de Albert Rivera es «muy real».

A partir de este momento comenzaron los ataques internos al expresidente del Gobierno. «Pepito Grillo», «el único poseedor de la verdad”, «desleal» y «traidor». Estos son algunos de los calificativos dedicados a Aznar que hace meses circulan por Génova,13. Luego, llegaron los ataques públicos. Alguien filtró hace unos meses sus datos tributarios. Desde entonces, la guerra es total.

Y Aznar ya no perdona. En las últimas semanas, sus apariciones públicas han sido más numerosas de lo normal. Y más envenenadas también. El expresidente 'popular' no sólo ha vuelto a recordar a Rajoy lo poco que le gusta su política económica y sus propuestas para reducir el déficit. Sino que también le ha pedido -o así al menos se ha interpretado- que haga «un sacrificio personal» y se eche a un lado; y ha afeado su estrategia de polarizar la campaña. 

Pero ya no importa. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, fue el pasado viernes la encargada de capear este nuevo temporal. No quiso hacer «interpretaciones de intervenciones». Sin embargo, sí defendió la estrategia electoral de su jefe de filas de cara al próximo 26J. «Me parece muy relevante que nos expliquemos«. Así fue como la 'número dos' de Rajoy zanjó la polémica sobre los mensajes que desde el Partido Popular se lanzan contra Podemos.

Un repaso breve por la historia

Los ‘populares’ han pasado por todas las fases emocionales con José María Aznar. Admiración, cuando se convirtió en el primer presidente 'popular' del Gobierno y logró la primera mayoría absoluta para el PP. Respeto, cuando le identificaban como a uno de los autores del llamado milagro económico español. Y se convirtió en toda una autoridad política y moral cuando decidió dar un paso al lado y dejar a Mariano Rajoy al frente.

Pero los días de vino y rosas terminaron. Hace 12 años que Aznar no es ni presidente del PP, ni tampoco del Gobierno. Y desde entonces ha llovido mucho. Los ‘populares’ sufrieron de cerca las consecuencias políticas del atentado del 11M. Dejaron de ser admirados por su gestión económica. Pasaron a ser señalados por sus famosos casos de corrupción. Estuvieron ocho largos años en la oposición. Y ahora han estado a punto de convertirse en el primer partido que gana unas elecciones y no consigue gobernar por primera vez en la historia democrática de España.

No cabe duda de que Aznar es uno de esos jarrones chinos que estorban. Aunque quizás lo más sorprendente de todo es que en Génova ya no lo ocultan.

 

Elsa S. Vejo

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