lunes, junio 17, 2024
- Publicidad -

Los putos duros

No te pierdas...

La cercanía de las elecciones generales, la proclamación de Rubalcaba y su abandono del Gobierno (puede ser la confirmación del adelanto al otoño de los comicios), distraen de los pactos autonómicos. Algunos,  tan peculiares como el de Extremadura, donde su nuevo presidente ha tenido que aclarar, a la vista de su programa de gobierno, que no es «un barón rojo» ni «un verso suelto del PP».

Por el contrario, en Asturias, las cainitas rencillas dentro de la derecha van a lograr que Francisco Álvarez Cascos no encuentre el respaldo de los que hace tres días eran sus leales subordinados en el Partido Popular. Bien es verdad que su inquebrantable carácter ha planteado a sus antiguos correligionarios exigencias de «depuraciones de los traidores» inasumibles para Rajoy. Así las cosas gobernará en solitario y en minoría con la única tranquilidad de saber que su oposición, PSOE y PP, nunca se pondrán de acuerdo para echarle.

Sí se han puesto de acuerdo, sin embargo, en Cataluña. Allí, contra todo pronóstico, el nacionalista Artur Mas y la españolista Alicia Camacho del PP, han firmado un acuerdo para sacar adelante los presupuestos que significa un pacto de más amplio recorrido. Convergencia, ante la falta de «putos duros» que diría Esperanza Aguirre, se arrima a los vencedores en las urnas para congraciarse con un futuro ejecutivo de Rajoy,  a quien tendrá que pedir trasferencias y dinero el año próximo.  De la batalla del Estatuto ya ni se acuerdan.

A la imbatible Alcaldesa de Valencia, Rita Barbera, le ha vencido la Justicia. El Tribunal Supremo obliga al Ayuntamiento a suspender el plan de demolición del histórico barrio marinero del Cabanyal para construir un «magno bulevar». No va a tener, por tanto, problemas con los putos duros pese a que deberá pagar los costes procesales de su recurso. Con el dinero ahorrado en la avenida prohibida puede rehabilitar el barrio que ha dejado deteriorarse intencionadamente.

La que sí parece tener problemas económicos es la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre. De nuevo un micrófono indiscreto le ha jugado la mala pasada de hacer público que no llega a fin de mes. Lo tremendo de este caso es que no puede echar la culpa de sus penurias a sus antecesores en el cargo porque es ella misma quien ha debido dejar las arcas vacías. Después de alardear en campaña de su magnífica gestión económica,  ejemplo para otras autonomías más manirrotas, le va a resultar difícil explicar como es que no tiene «un puto duro».


Victoria Lafora

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -