No se esperaban grandes cambios ni grandes concesiones por parte del Gobierno griego en la nueva propuesta. En realidad, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ya había llegado a un casi acuerdo (faltaban ciertos flecos) antes de lanzar el referéndum, por eso, la propuesta se esperaba parecida. Así ha sido. La delegación griega ha expuesto la propuesta que planteó el pasado martes, horas después de expirar el segundo rescate. En él se incluían modificaciones como un IVA reducido en las islas o aplicar la reforma de las pensiones de forma más gradual. Aunque la medida que marcará la negociación será si Grecia vuelve a pedir reestructuración de su deuda.
Se espera que sea mañana en el nuevo Eurogrupo solicitado por el presidente del mismo, Jeroen Dijsselbloem, cuando Grecia solicite oficialmente un tercer rescate. Se espera, porque en la reunión del martes el nuevo ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, no ha presentado ninguna propuesta y el tiempo parece agotarse. La canciller alemana, Ángela Merkel, ha avisado a los negociadores griegos que se necesita una solución de días, no de semanas. El ministro de Economía de España, Luis de Guindos, también se ha quejado de la poca premura griega alegando que no se está para perder el tiempo.
Cuenta atrás para el caos
El tiempo para Grecia se agota y parece que todo el mundo se da cuenta menos los propios políticos griegos. El último golpe lo asestó el Banco Central Europeo a última hora del lunes, no amplió la línea de dinero a los bancos griegos, el denominado ELA, forzando la situación la delicada situación. Existen varios cálculos sobre el momento que el sistema bancario se quedará sin dinero (The Guardian hablaba de apenas 24 horas) pero los más optimistas hablan de un par de días como mucho.
Además, el BCE elevó las necesidades de garantías para la concesión de dinero. La banca griega debía aportar un colateral, activo de respaldo, del 50% ahora deberá ser del 60%. Lo que quiere decir que si les piden más descuento no habrá colateral suficiente para pedir fondos de emergencia lo que convertirá a la banca en insolvente. La única vía de escape de esa insolvencia es la de tirar de los depósitos ciudadanos, es decir, confiscar dinero.
Asique, los bancos griegos se encuentran al límite. Por si fuera poco, el corralito se alargará durante toda la semana, a pesar de que el Gobierno heleno asegurara horas antes del referéndum del pasado domingo que abrirían este martes. El control de capitales sigue provocando graves distorsiones en la sociedad griega y su alargamiento va a producir un shock en la economía griega.
Posiciones más duras
El pulso que los negociadores griegos llevan realizando desde el mes de enero ha llevado a los acreedores y tomar posiciones muy duras. Los países más pobres de la Eurozona (hay hasta nueve países con menor renta per cápita que Grecia) han sido de los más duros en las negociaciones. La presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, ha criticado al Gobierno griego de aplazar «cada vez» a «mañana» sus propuestas al resto de países de la Eurozona.
«Hubo una promesa para hoy. Ahora prometen que mañana. Si para el Gobierno griego cada vez es mañana, para nosotros mañana puede ser siempre todos los días», ha criticado la lituana a su llegada a la cumbre extraordinaria de la Eurozona tras el referéndum griego.
El primer ministro finlandés, Juha Sipilä, ha admitido que es «bastante pesimista sobre la situación» con Grecia. También se ha unido las presiones de la prensa alemana sobre la canciller, Ángela Merkel, a la que han pedido expresamente decir ‘no’ a un nuevo rescate para los griegos