Por desgracia, en los últimos años, el mundo del fútbol de vuelve más y más forofo, hasta el punto de que hasta el clero peca de falta de objetividad. De hecho, son los mismos futbolistas los que contribuyen al engaño con declaraciones que a veces recuerdan a las de los políticos. Caen en el discurso facilón y de partido (en este caso de club), que les lleva a no reconocer jamás los méritos del rival o a dejarlos en segundo plano.
Xavi ya empieza a cansar a los aficionados culés más objetivos con la “altura del césped” igual que muchos madridistas rehúyen de Cristiano cuando habla del calendario. Sin embargo, lo que más enfada al seguidor neutral es que el capitán azulgrana les tome por tontos diciendo que el Madrid vive a base de contras, cuando lo que se vio este sábado fue un equipo que fue superior a otro en todo. Xavi solo pretendía menospreciar el triunfo madridista, pero cuando ellos lo consiguen siempre es gracias a un estilo sublime.
Del mismo modo, Piqué habla de que es “antiestético” tirarse con las manos en la espalda, como si el terreno de juego fuese una pasarela de moda, para discutir una decisión arbitral casi incuestionable. La norma de las manos en el suelo no es muy clara, pero las temeridades como las de Piqué se castigan siempre porque un jugador no puede lanzarse nunca con los brazos completamente abiertos.
En cambio, ni los principales periódicos de corriente azulgrana defienden este domingo las posturas de sus jugadores. Sport y Mundo Deportivo intentan evitar los elogios al Madrid, mientras que critican duramente a Luis Enrique y a la mayoría de sus jugadores.
Pese a esto, siempre hay seguidores mucho más radicales. Una de ellas es Sor Lucía Caram, la monja más activa en las redes sociales, que se dedicó a buscar excusas que explicaran la superioridad blanca a lo largo del partido. “Árbitro ladrón. Jugamos con el arbitro en contra. Força Barça”, dijo la religiosa, que se dedicó a comentar el partido en directo en Twitter.
Además, esta dominica argentina que reside en Manresa aludió directamente a la jugada del famoso penalti. «Árbitro vendido, les han regalado un penalti», escribió indignada cuando marcó Cristiano Ronaldo, el jugador al que había insultado gravemente en la semana previa al Clásico.
En cambio, según iba avanzando el encuentro, Sor Lucia Caram empezó a criticar a su propio equipo. «Tenemos una defensa ausente”. “Vamos a cámara lenta», explicó en los momentos en los que el Barça era ya un juguete roto en manos madridistas. Finalmente, la monja volvió a dejar caer su ira sobre la estrella madridista, tras un lance con Alves. «Cristiano merecía la roja».
Sin embargo, las reacciones no han tardado en llegar. Rafa Guerrero considera que estas actuaciones perjudican claramente al colectivo arbitral. Se queja de que se trate tan mal al juez de la contienda, cuando en realidad su actuación no marcó el partido. «Le llama burradas. ¿Pero de qué guindo ha caído, hombre?», se preguntaba el exlinier en El Chiringuito.