La eterna discusión de si 'cirugía estética, sí o no' ha vuelto a ponerse de manifiesto con el caso de Tatiana Delgado. La que fuera concursante de Supervivientes, en la edición de 2011, está viviendo todo un calvario por culpa de su trasero operado, que le está dando muchos más problemas que satisfacciones.
En su caso ella tiene buena parte de culpa, ya que no hizo caso a todos los que le aconsejaron que no se operase. Ahora, encima, ha querido arreglarse el destrozo que le hicieron en el trasero hace años, pero no sólo no lo ha conseguido sino que incluso todo ha ido a peor.
Curiosamente, la 'striper' ya había tenido problemas por otra operación cuando concursó en Supervivientes de 2011. Tuvo que abandonar brevemente el concurso después de que una de sus prótesis mamarias se desplazase tras el salto del helicóptero. Cinco años después, la cirugía estética le ha jugado otra mala pasada, esta vez en el trasero.
Esta última entrada en quirófano se produjo hace dos años, cuando, según ella, «una tonta me dijo que tenía el culo caído». Como no va al gimnasio, pese a bailar mucho, Tatiana asegura que «hablé con varios médicos por el tema de las prótesis, pero me dijeron que no las necesitaba porque tenía ya el culo muy grande y quedaría vulgar».
A partir de ahí su decisión fue no hacerles caso y ponerse relleno, «cuatro sesiones, y cada una de ellas cuesta unos 500 euros», y parece que todo fue bien durante el primer año, «todo era divino, aunque tal vez me pasé porque me había quedado tan delgada que se notaba que no era mío», pero a partir de ahí «se me empezó a caer un poco y a poner morado».
Desde entonces no encontró solución y encima hace dos meses empezó a tener problemas de salud por culpa de una infección, porque al parecer su cuerpo no había tolerado bien el producto que le habían inyectado, algo que, según le han contado, «ni siquiera se ha aceptado en la comunidad médica».
Durante el pasado verano viajó a Colombia para operarse de nuevo, pero, según ha contado en Sálvame, ahora está pasando días muy malos por culpa de fuertes dolores, hasta el punto que aseguró que «estoy con una bomba de dolor».
M. A.