martes, mayo 21, 2024
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La mujer del parricida de Moraña: «La prisión permanente revisable no debería derogarse»

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Candela y Amaia sólo tenían nueve y cuatro años cuando su padre, David Oubel, acabó con su vida el 31 de julio de 2015. Dos años después, durante el juicio, éste se declaraba culpable de asesinar a sus hijas con una radial y un cuchillo después de haberlas drogado. Tras esta confesión, la jueza del caso dictó sentencia: prisión permanente revisable por cada una de las víctimas. Oubel se convertía así en la primera persona sentenciada en España por esta condena. Sin embargo, hace tres meses una proposición de ley pedía su derogación en el Congreso de los Diputados. Rocío Viéitez, la madre de las dos pequeñas, se opone a esta iniciativa a través de Estrella Digital: «Se trata de una ley que se aplica sólo en casos de delitos muy graves y no debería derogarse». 

La prisión permanente revisable nació en enero de 2015. Por aquel entonces, la nueva sentencia contaba con mayoría absoluta del Partido Popular y con el rechazo de toda la oposición. Sin embargo, el pasado mes de octubre, la oposición (PNV, PSOE, Unidos Podemos, Compromís y Bildu), mayoritaria a partir de comienzos de 2017, apoyó una proposición de ley del PNV para dar comienzo a su derogación por considerar la medida como «irresponsable», «desproporcionada», «inhumana» y «cruel».

De ser aprobada ratificada esta nueva propuesta, la condena de David Oubel podría ser considerablemente rebajada. Ante esto, Rocío Viéitez, madre de las dos pequeñas, respondía a estos políticos: «A esos 162 votos que piden su derogación, ¿podrían, por favor, decírmelo a la cara y hablarme de irresponsabilidad, desproporcionalidad, dignidad, crueldad, inhumanidad…?». 

Así pues, Viéitez decidió crear una petición en la plataforma 'Change.org' en la que pide que no se revoque la condena del asesino de sus hijas. «Creo en la reinserción. Por ello, las personas tienen la capacidad de renovación suficiente como para volver a ser útiles a la sociedad tras la condena. Sin embargo, en este afán de ser 'correctos', de 'mente abierta', 'tolerantes' y 'democráticos', nos olvidamos de la parte que permanece, en la gran mayoría de casos, callada: las víctimas. ¿Acaso la ley debe proteger mejor y dar más amparo al delincuente que a la víctima? ¿La libertad de uno significa la libertad de otro?».

Mientras que la nueva proposición de ley era llevaba al Congreso en las últimas semanas, se producía la detención de José Enrique Abuín, alias El Chicle, por el presunto asesinato de Diana Quer. Su posible condena de prisión preventiva revisable ha hecho que la petición de Rocío vuelva a cobrar importancia acumulando un total de 387.321 firmas. «Con el caso de Diana Quer y el apoyo de su familia, en primer lugar, y mucha otra gente después, se han superado las 300.000 firmas. Eso no lo había esperado», contaba Viéitez en el intercambio de correos electrónicos que ha mantenido con Estrella Digital. 

Precisamente, la madre de Diana Quer, Diana López-Pinel, se ha querido unir a la causa de Viéitez y ha pedido que no sólo se mantenga la prisión permanente revisable, «sino que hay que endurecerla», recogía los primeros días de enero el periódico 'La Razón'. 

Una complicada evolución

Además de los 162 votos que se oponen a la vigencia de prisión permanente revisable, Rocío Viéitez se ha encontrado con una gran parte de personas que no está a favor de esta condena. «Me he encontrado con ciertos comentarios poco acertados en su planteamiento contra mi solicitud», explica y, aunque «respete» y «entienda su punto de vista», ésta considera que «están dejando de lado las a las víctimas» como sus hijos. 

En este sentido, la exmujer del parricida considera que este tipo de condenas son proporcionadas al tipo de delito y que, a diferencia de lo que proclaman las fuerzas políticas en el Congreso de los Diputados, «no es inconstitucional ya que deja abierta la puerta a la reinserción» tras 25 años de privación de libertad. 

Aun así, y a pesar de haber recibido una gran cantidad de firmas en las últimas semanas (ha pasado de 5.000 a más de 300.000 en pocos días), la aprobación de la derogación ha trastocado los planes de esta madre que pide justicia por la muerte de sus dos hijas. «Ya no tiene sentido sentido entregarlas en el Congreso de los Diputados», motivo por el cual intentará reunirse con algún político español mientras la plataforma de firmas continúa abierta.

Andrea Morea

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