«No somos íntimos amigos, pero nuestra relación es excelente. Él me ha dado la oportunidad de ser el entrenador de este equipo, me ha dado todo lo que le he pedido y me ha dejado trabajar con absoluta libertad. Es un honor y un placer estar aquí y les estaré siempre agradecidos, al presidente, a la junta directiva y a Txiki (Begiristain, el secretario técnico), por confiar en mí, manifestó.
Guardiola cree que la gente ha malinterpretado su actitud un tanto distante durante el acto en el que, junto a Laporta y Begiristain, anunció que seguiría un año más.
«Es muy fácil sacar una imagen y ponerse a interpretarla. A veces se confunde la seriedad con la timidez. Era un acto institucional y creo que hay que guardar las formas. El presidente y yo nos hemos abrazado en más de una ocasión, pero cuando lo hacemos es en privado, argumentó.
Guardiola, que insistió que para él trabajar con Laporta es «un placer, dejó claro que pese a no haber firmado nada, la gente puede darle por renovado, así que espera que no se le vuelva a preguntar más por este asunto.
«Mi palabra es la que vale, señaló del entrenador del Barcelona, quien sigue pensando que no ha hecho nada especial para merecer tanto reconocimiento. «Es el Barça el que nos hace buenos a todos y no al revés. Nunca podré devolver a la institución lo que me ha dado, añadió.
Guardiola descartó convertirse, tras su etapa en los banquillos, en el presidente del club en un futuro. «No, que va, que va. Si lo fuera echaría al entrenador la primera jornada, bromeó.
A por el campeonato de invierno
El técnico azulgrana habló además acerca de la situación del equipo, líder de la Liga. «Acabar la primera vuelta invictos no te da ningún título, aseguró y añadió que considera que lo importante de ganar en Valladolid «serían los tres puntos» y no alcanzar el ecuador del campeonato sin haber perdido ningún partido.
Para Guardiola, a estas alturas de la temporada, que el Barcelona le saque cinco puntos al segundo clasificado, el Real Madrid es «una anécdota, ya que «veinte partidos son una eternidad, aunque admite de que este tipo de estadísticas «son indicativas de que la buena dinámica del equipo».
En Valladolid, el Barcelona se medirá a «un equipo muy intenso, muy agresivo, que te obliga a estar muy atento en la primera fase de construcción, que tiene esa primera línea muy adelantada que quiere apretarte, advirtió el técnico, quien se declaró «una admirador de hace tiempo» de su homólogo en el banquillo del Valladolid, José María Mendilibar.
Guardiola tendrá que inventarse un pivote defensivo que cubra las espaldas de Xavi e Iniesta, ya que Touré Yaya sigue en la Copa de África y Sergio Busquets es baja por un golpe en el riñón que le ha obligado a guardar reposo durante toda esta semana.
Guardiola admite que la baja de Busquets es muy importante, «porque tiene mucho oficio y en esa posición lo clava, pero aseguró no estar preocupado, pues «en este equipo hay mucha gente capacitada para jugar en es puesto».
Márquez, Piqué e, incluso, Chygrynskyi, podrían adelantarse su posición hasta al centro del campo. También podría jugar Keita, toda vez que esta semana se ha reincorporado a los entrenamientos tras caer eliminado con Malí en la Copa de África.
Le preocupa más si en Valladolid a sus jugadores les va a repercutir negativamente el hecho de no tener partidos entre semana. «Cuando estas en la dinámica de un partido cada tres días partidos, estás siempre conectado. Ahora pasan más días y la gente puede relajarse un poco, advirtió.