Hubiera sido la gran sorpresa del reality. Remedios Torres, madre de María José Campanario, ha sido tentada para participar en la presente edición de Supervivientes. La productora del programa confiaba en el morbo que despierta la suegra de Jesulín de Ubrique y, más aún, tras el fuerte carácter que demostró en sus últimas apariciones en el 'Deluxe'.
Desde que su hija saltó a la fama, Remedios Torres, condenada a un año y once meses por intentar defraudar a la Seguridad Social, ha demostrado ser una superviviente con armas suficientes para triunfar en Cayo Cochinos. A pesar del interés del programa, no se llegó a ningún acuerdo por motivos económicos. Remedios Torres pedía una cantidad de dinero semanal inalcanzable para el programa. No ha sido el único caso.
Remedios Torres pedía una cantidad de dinero semanal inalcanzable para el programa
Los 70.000 euros semanales que exigían algunas estrellas internacionales –muchas de las que han pasado por ‘Hay una carta para tí’– han sido inalcanzables para la productora. De ahí que la que más cobre esta edición sea Bibiana Fernández, 30.000 euros semanales (incluida la comisión de sus representantes), cantidad considerablemente inferior a los 40.000 que cobraba Nilo Manrique, ex de Isabel Gemio, en ediciones anteriores.
La empresaria de moda Eva Zaldívar, ex de Pepe Navarro, también dijo “no” al reality de supervivencia, aunque ella no mostró ningún interés por participar.
‘Supervivientes’ low cost
El reality de supervivencia por excelencia se ha quedado con las ganas de llevarse a Honduras a muchos famosos por falta de presupuesto, como la periodista Chelo García Cortés. Por ese motivo, el programa se vio obligado a tirar de un Plan B y tirar de guapas y cachas de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ o chicas Interviú, que cobran en torno a los 1.000 ó 2.000 euros semanales y alegran la vista con su juventud y cuerpos, lo que convierte a esta edición en la ‘low cost’ de la historia del programa.
La activista Jill Love se quedó a las puertas de ir
La activista Jill Love –conocida por desnudarse en la Manifestación del 25 S y otras luchas medioambientales– se quedó a las puertas de ir. Optaron por llevar a otra mujer con más curvas.
La única guapa de Isla Bonita que consiguió subir su caché ha sido la exótica Pelopony, a pesar de haber firmado un precontrato por el que cobraría 2.000 euros semanales. Pidió más dinero por participar y lo ha conseguido aprovechando el gran interés que tenía la productora por ella. La rubia ha pedido a la audiencia que la echen del programa porque no puede más pero demostró que en temas económicos sí es una auténtica superviviente.