La pérdida de 15.000 pruebas radiológicas en el Complejo Asistencial de Ávila destapada por Estrella Digital va camino de acarrear consecuencias políticas a los responsables de la Consejería de Sanidad de Castilla y León. La Asociación del Defensor del Paciente ha solicitado a la Agencia Española de Protección de Datos «la apertura de una investigación, la depuración de responsabilidades y en su caso apertura de un expediente sancionador a quien corresponda tal y como está estipulado en la ley, por faltas graves».
La denuncia se une a las peticiones de los principales partidos políticos de la provincia, que han solicitado la inmediata comparecencia del Consejero de Sanidad de la Junta, Antonio María Sáez Aguado, tras conocer el escándalo de las pruebas radiológicas.
Carmen Flores, presidenta de la asociación, ha calificado el asunto como «muy grave», porque el fallo podría «haber afectado al desconocimiento de patologías serias en algunos pacientes, ya que ni había copia de seguridad y además se ocultó hasta que un medio de comunicación lo publicó». El escrito, remitido a la atención de doña Mar España Mati, directora de la Agencia Española de Protección de Datos, va más allá y considera lo ocurrido «una falta de responsabilidad y respeto hacia los pacientes».
Por último, aprovechan para recordar la «indefensión» que padecen algunos enfermos «que necesitan sus informes o historiales clínicos por la pérdida de documentación, denegación de historiales, falsedad en estos, o cobrar por su entrega».
El Sacyl no cuenta toda la verdad
Tras saltar la noticia de la pérdida de las pruebas radiológicas a la primera plana abulense, el Sacyl (Sanidad de Castilla y León) se cerró en banda y evitó hacer declaraciones. No fue hasta las 14.00 horas de la tarde cuando la Administración decidió dar explicaciones a través de una escueta nota de prensa, que además «no cuenta toda la verdad», según recalca una enfermera del propio Complejo Asistencial de Ávila.
Esta profesional, consultada por este periódico, asegura que aunque el 100% de los casos de TAC y resonancias contaban con informe del especialista y que ya se habían analizado las imágenes, pero «ésto no es suficiente». En relación con este tema, la enfermera relata que antes de cualquier intervención, el cirujano «necesita» proyectar la placa en el negatoscopio. Y que en un informe «no» se pueden observar detalles, «son sólo palabras». Por este motivo, el informe «no es suficiente», ya que obligaría al médico a intervenir a ciegas. Además, afirma que es «responsabilidad» del Complejo Asistencial de Ávila «asegurar» el almacenamiento de cualquier prueba realizada en sus instalaciones.
Por su parte, Mercedes Martín, portavoz socialista de Sanidad de Ávila, ha señalado que “no se puede reducir a una anécdota algo tan grave como la pérdida de miles de archivos de imágenes diagnósticas, porque estamos hablando de la salud de las personas. A nuestro juicio, se trata de un desastre de magnitudes incalculables ante el que deben depurarse responsabilidades y sobre el que el consejero de Sanidad debe ofrecer explicaciones”.
A su juicio, el problema radica «en la opacidad por parte de la gerencia del Hospital de Ávila y en las consecuencias que puede tener para la salud de un paciente el no contar con una prueba anterior con la que comparar la evolución de una enfermedad o tratamiento”.
“Se trata de un atentado a la salud pública de miles de abulenses. Ha primado el egoísmo de los gestores del hospital frente a las consecuencias para la seguridad y la salud de los pacientes”, sentencia la socialista.