El eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja se ha mostrado este sábado convencido de que Batasuna estará en las elecciones del próximo mes de mayo, pues es el fin, ha dicho, de un proceso pactado por el que José Luis Rodríguez Zapatero necesita a ETA y la organización terrorista necesita al jefe del Gobierno.
«Zapatero necesitaba a ETA para hacer una segunda transición y ETA necesita a alguien como Zapatero que le ponga España patas arriba para avanzar en su proyecto rupturista. ETA nació para quebrar España».
Con estas declaraciones a los periodistas, el dirigente del PP ha opinado sobre la marcha que ha tenido lugar en Madrid, organizada por la asociación «Voces contra el terrorismo».
Mayor Oreja ha sido el único representante de la dirección nacional del Partido Popular en este acto, aunque a él han acudido otros integrantes del partido como los eurodiputados Carlos Iturgaiz y Teresa Jiménez Becerril.
La alcaldesa de Lizartza, Regina Otaola, también ha estado presente, al igual que la ex presidenta del PP vasco María San Gil, quien ha preferido no hacer declaraciones.
Aunque no se ha sumado a la cabecera de la marcha, ha asistido a la misma la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, si bien sólo se ha dejado ver durante unos quince minutos.
El objetivo consistía en protestar contra lo que los convocantes llaman «una tregua trampa» y lo que creen «un proceso pactado» entre el Gobierno y el entorno terrorista.
De hecho, Mayor Oreja ha recordado que él, desde febrero del año pasado, viene denunciando que la situación actual de la lucha antiterrorista es parte de «un proyecto pactado».
Un proyecto, ha añadido, en el que hay «dos constantes invariables»: que ETA no se disolverá y que Batasuna, «con unas siglas o con otras», estará en la carrera electoral de las municipales, el 22 de mayo. A su juicio, tal extremo sucederá con seguridad.
Según ha explicado, éste es el fin previsto de un proceso que «progresa adecuadamente» y en el que se cuentan ya pasos como «la teatralización de que Batasuna y ETA son cosas distintas», lo que, a su entender, es claramente «una ficción».
Persiste «la misma tregua trampa» y «el mismo interés de ETA en que España esté patas arriba», y en ello, ha puntualizado, tiene también mucho que ver «los ecos independentistas» que provienen de Cataluña.
A la pregunta de qué opinión le merecen las frecuentes detenciones de miembros de ETA o de personas de su entramado, Mayor Oreja ha afirmado que las actuaciones policiales «no rompen un proceso de estas características», ya que «forman parte del paisaje natural del mismo».
Iturgáiz, por su parte, ha reclamado que el final de ETA suponga la división nítida entre «vencedores», los demócratas, y «vencidos», los etarras y sus «cómplices».
Sobre el acto del próximo lunes de la izquierda abertzale, que presentará los estatutos de un nuevo partido, el eurodiputado del PP ha pedido a Zapatero que evite su celebración.
Igualmente ha expresado su preocupación por lo que ha llamado «amnistías soterradas» a presos de ETA: «Yo lo que quiero es que se pudran en la cárcel», ha sentenciado.
Jiménez Becerril, a su vez, ha destacado que si los manifestantes se han prodigado en gritos de «Zapatero dimisión» es porque el presidente del Gobierno, al negociar con ETA durante la pasada legislatura, se ha expuesto al rechazo de la ciudadanía.
A su vez, ha restado importancia a la ausencia de dirigentes del PP, partido que, ha apostillado, siempre ha estado con las víctimas.