Abascal ha llegado a las cinco de la tarde al hotel, donde también ha sido habilitada la sala de prensa, a la que solo han podido acceder 80 profesionales, debido, según han justificado desde el equipo de comunicación de Vox, a sus escasas dimensiones y a la falta de presupuesto para reservar un espacio más amplio.
Para salvar estas dificultades, Vox ha ofrecido al resto de medios seguir la noche electoral en la plaza Margaret Thatcher, un espacio privado de más de dos mil metros cuadrados pero de uso público situado junto a la de Colón, que tanta connotación simbólica tiene para el partido. Al cierre del escrutinio está previsto que Abascal se dirija desde allí a los afiliados y simpatizantes.
Vox aspira a entrar por primera vez en el Congreso de los Diputados y a ser determinante en la formación del próximo gobierno, como ya lo fue tras las elecciones autonómicas andaluzas de diciembre, en las que su acuerdo con el PP permitió desbancar al PSOE y facilitar a los populares gobernar con Ciudadanos.
Redacción