El número dos de la lista del PP a las elecciones europeas, Esteban González Pons, ha pedido la dimisión del alcalde de Sestao (Vizcaya), Josu Bergara, por sus palabras sobre los inmigrantes, y ha avisado al PNV, que ya le ha confirmado para las elecciones municipales, que «esta vía para ganar elecciones es «muy muy muy peligrosa».
Pons ha explicado que en Sestao hay mucha gente en el paro, mucha desestructuración social e inmigrantes, algo que considera «un caldo de cultivo adecuado» para que se produzca «un incendio» si alguien «enciende la chispa del racismo o de la xenofobia», ha dicho en declaraciones a RNE.
A su juicio, la frase del alcalde de Sestao no es sólo «ofensiva», sino también «temeraria» porque «pone en riesgo la convivencia». «Creo que es imposible que nadie pueda continuar en esas condiciones en política», ha advertido el dirigente 'popular'.
Críticas desde el PSE
Por otro lado, el grupo municipal del PSE-EE de Sestao ha culpado al alcalde, el jeltzale Josu Bergara, del «deterioro» de la convivencia y la seguridad en el municipio, puesto que «las políticas de recorte del primer edil del PNV han dañado los servicios públicos sociales y de seguridad con que contaba» la localidad fabril.
Los socialistas de Sestao han advertido de que «los problemas de seguridad y convivencia se han visto aumentados por la decisión del alcalde de poner fin a algunos programas, a la vez que ha dejado marchar subvenciones ya concedidas por falta de liderazgo político».
El grupo socialista ha criticado la decisión de no continuar con los programas de vigilantes de barrio y de agentes de convivencia y, además, ha denunciado que el alcalde «aceptó la reducción que hizo el Gobierno Urkullu de los servicios de intervención comunitaria y social que realizaba Sestao Berri en la zona, y se ha despedido a seis personas, entre asistentes sociales y educadores comunitarios».
También han indicado que «es de sobra conocido en el pueblo que el alcalde no está cubriendo las vacantes de la Policía Local«. Los socialistas han señalado igualmente que el Ayuntamiento obtuvo una subvención para un Plan de Intervención Social en la zona baja, que se ha redactado pero «está cogiendo polvo en algún cajón».
La polémica saltó este jueves después de que SOS Racismo desvelase dos grabaciones, realizadas en junio de 2013, en las que el alcalde afirmaba que «la mierda» ya no iba a Sestao porque él se encargaba de echarla.
El alcalde organizó después una rueda de prensa para pedir «disculpas sin matices» por sus «palabras inadecuadas» y en la que matizó que, con sus palabras, se refería a «delincuentes e incívicos», y no a otros colectivos como el de inmigrantes.