Una llamada telefónica desde Santander ha hecho posible que una mujer que estaba siendo maltratada por su marido en Amberes recibiera la ayuda de la policía belga, según ha informado la Policía Nacional.
Un compañero de trabajo de la víctima, que había sido trasladada por su empresa a Amberes, llamó al 112 para informar de que la mujer estaba sufriendo malos tratos de su marido, en presencia de su hija menor, en el domicilio familiar de la ciudad belga.
El 112 avisó entonces a la Sala del 091, que se puso en contacto con la Interpol y la oficina de coordinación policial europea Sirene para conseguir que interviniera la policía belga.
Según explica la Jefatura Superior de Cantabria en un comunicado, los agentes belgas acudieron inmediatamente al domicilio de la víctima y lograron «controlar la situación», además de auxiliar a la mujer.