La compañía recuerda que las ventas de activos se están realizando en negocios «no básicos». Entre las operaciones ya realizadas, destaca la venta de la participación del 4% en Galp por 500 millones de euros y del 10% de Gamesa por 391 millones, donde conserva un 14%.
Durante el pasado ejercicio, la compañía vendió también las participaciones en las regasificadoras de Sagunto y BBG, así como en dos centrales hidroeléctricas en Chile, y se desprendió del 27% de la operadora de telecomunicaciones guatemalteca Navega.
En lo que va de año, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán se ha desprendido, además de Petroceltic, de los activos de almacenamiento de gas de Seneca Lake en Estados Unidos por 45,5 millones.
Entre los activos sobre cuya posible venta la compañía no ha adoptado una decisión destaca el 9,5% en la portuguesa EDP. El propio Sánchez Galán ha insistido en que esta participación se encuentra «en el congelador».
Iberdrola, cuyo consejo de administración prevé retribuir a sus accionistas con un ‘pay out’ de entre el 57% y el 60%, tiene como principal objetivo mantener su fortaleza financiera y maximizar el valor a largo plazo para los accionistas. Aparte de las desinversiones, el grupo hará este año un esfuerzo de contención de costes.