La encuesta se basa en exclusivamente cuatro cuestiones. Tres de ellas están relacionadas con la crisis económica y la otra con datos sobre intención directa de voto. El resultados es que los populares están a 7,6 puntos del PSOE, mientras que en las elecciones generales del pasado 9 de marzo, la distancia entre los partidos, en voto sobre censo, fue de 2,9 puntos.
Los autores del sondeo dicen que las cifras reflejan «un estado de opinión en buena medida parcial y sin duda coyuntural». Estado de opinión que se puede interpretar como predisposición real de voto. «Eol ruido de la calle es más propicio al partido del Gobierno que a la oposición».
Rosa Díez (UPyD) cuadruplica su apoyo (3,6%) y se sitúa al mismo nivel que IU, que sube ligeramente.
Respecto a la crisis, «lo peor está por venir»
Las respuestas a las preguntas en porcentajes reflejan un panorama desolador: El 73% cree que la crisis «va a acabar siendo tan dura como se dice» (el 85% en el caso de votantes del PP). Sólo uno de cada cuatro encuestados es optimista y responde que «al final no será para tanto».
El pensamiento de la gran mayoría es que la crisis va en serio, no es un hecho coyuntural ni se ha tocado fondo aún, sino todo lo contrario, «lo peor está por venir». Y subrayan los autores que el pesimismo es mayor entre personas de 35 y 54 años, «quizá por el impacto más directo que en estas edades tiene el paro».
«La amplia mayoría de españoles vislumbraba ya el pasado julio la trascendencia y dimensión» del problema, señala el informe. Porque, en otra encuesta realizada entonces, el 73% respondía que la crisis iba a ser muy importante (sólo un 9% creía que no) y siete de cada diez auguraban que sería «larga».
También la llegada de Barack Obama al poder de los EEUU influye en los españoles. La mayoría piensan que puede hacer que el fin de la crisis llegue antes: el 52% (sobre todo, votantes del PSOE) confía en ello, frente a un 42% (sobre todo, votantes del PP) que no cree que afecte en nada.
Eso puede significar que los españoles están «de acuerdo con Zapatero al situar el epicentro de la crisis en EEUU».
El PSOE suspende, pero mejora respecto a hace seis meses
La pesadumbre ciudadana, en cualquier caso, no perjudica al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tanto como éste podría temer: los encuestados le dan una nota de 4,8; es un suspenso (hace un año el Gobierno aprobaba), pero es una valoración algo mejor que la de hace seis meses; y, sobre todo, en el mismo periodo el PP no sube sino que se estanca o baja: recibe una nota de 3,9 (era de 4 hace seis meses y de 3,8 hace un año).
La percepción de que las causas de la actual crisis económica no son exclusivamente españolas y el perfil relativamente bajo que en este asunto mantiene el PP quizá por las tensiones internas de su partido, pueden explicar que el actual estado de problemas en España no pase al Gobierno la factura esperada.
La encuesta se elaboró en los días en los que en el PP comenzaba la tormenta por el escándalo de la presunta trama de espionaje político. Las revelaciones sobre seguimientos a distintos políticos populares, supuestamente realizados por ex policías y ex guardias civiles al servicio de la Consejería de Interior del Ejecutivo madrileño de Esperanza Aguirre, dieron pronto paso a un enfrentamiento poco disimulado entre el equipo de Aguirre y la dirección nacional de Mariano Rajoy. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, advirtió el pasado miércoles que el principal perjudicado por esta polémica «es el partido».