Aguirre y Ruiz-Gallardón llegaron a los recintos feriales alrededor del mediodía en medio de una gran expectación mediática, se saludaron con dos amables besos e iniciaron juntos su paseo por los pabellones de la Comunidad y del Ayuntamiento -juntos pero no revueltos-, escudados por el presidente de Ifema, José María Álvarez del Manzano y el vicepresidente Luis Eduardo Cortés.
Pacientemente posaron durante algo más de cinco minutos ante las decenas de fotógrafos y de cámaras que les aguardaban y comenzaron los discursos.
Ruiz-Gallardón inició el suyo bromeando sobre que hacía años que Fitur y la celebración del día de Madrid en la feria «no levantaban tanta expectación por parte de los medios», a quienes agradeció, entre risas, el «apoyo generoso y solidario a la promoción de la ciudad de Madrid y de su Comunidad».
El alcalde ha defendido con énfasis la candidatura de Madrid como sede de los Juegos del 2016 y la importancia del turismo para ayudar a la capital a salir de la crisis económica, mientras la presidenta, en un segundo plano, no dejaba de murmurar con Luis Eduardo Cortés, cuyo nombramiento fue objeto también de enfrentamiento entre los dos políticos.
«Interés extraordinario»
Aguirre también comenzó su intervención ironizando sobre el «interés extraordinario» que ha levantado en los medios la celebración del día de Madrid en Fitur y ha dicho que esta ocasión ha permitido a los fotógrafos tomar una imagen juntos de Álvarez del Manzano, Cortés, Ruiz-Gallardón y de ella.
Una fotografía que «podría haberse tomado ya hace 26 años» porque los cuatro estaban ya trabajando «al servicio de los madrileños», ha recordado la presidenta, quien también ha citado cómo entonces lo hacían desde el PDP (Manzano), desde Alianza Popular (Gallardón), desde la UCD (Cortés) y desde el Partido Liberal ella.
La presidenta hizo hincapié en que volverá a Bombay -donde vivió los atentados del pasado noviembre- porque la India es «un país emergente» y un prometedor foco emisor de turistas hacia Madrid.
Cálidos aplausos
Ruiz-Gallardón no ha dejado de consultar el móvil mientras hablaba la presidenta, aunque al final del discurso le ha correspondido con el mismo cálido aplauso con el que antes había sido obsequiado él por parte de Aguirre.
Los discursos de ambos, en los que han alabado sin reparos la labor de promoción que hace el gobierno del otro, han sido seguidos por los presidentes de la Cámara de Comercio y de la patronal CEIM, Salvador Santos Campana y Arturo Fernández, respectivamente, y por gran parte de los miembros de los gobiernos municipal y autonómico y alcaldes de diversos municipios de la región, entre otros.
Aún agobiados por el enorme tumulto, la presidenta y el alcalde recorrieron juntos los pabellones de la Comunidad y el Ayuntamiento, repartieron incansables risas y saludos y contemplaron exhibiciones de varios deportistas con quienes se les ha visto relajados y quizá, olvidando por un momento, el «chaparrón» político que cae en Madrid.