El planteamiento de Francia se desvaneció tras un penalti que transformó Brady a los dos minutos de encuentro. La selección local, a remolque, no logró igualar la contienda en un gran primer tiempo de la República de Irlanda, férrea atrás y rápida a la contra. En la segunda mitad emergió la figura de Griezmann, que culminó la remontada (2-1) y propició la expulsión de Duffy. El partido acabó con un monólogo de los galos, que ya están en los cuartos de final de la Eurocopa.
Irlanda, con viento a favor
Cualquier planteamiento previo cambió por completo en apenas dos minutos. Por lo menos, para Francia, que muy pronto iba a ponerse con el marcador en contra. Long se plantó en el área tras una buena internada, y Pogba le arrolló. El colegiado, sin dudar, señaló la pena máxima que iba a condicionar el devenir del duelo. Brady, el héroe frente a Italia, asumió la responsabilidad y ejecutó el lanzamiento. Pegado al palo izquierdo de Lloris, que se lanzó al lado contrario y vislumbró como el esférico se colaba en la portería.
El guion, en apenas dos minutos, era muy diferente. La gran favorita debía ir a remolque frente a la República de Irlanda, que jugaba entonces con viento a favor. Eso sí, los pupilos de Deschamps reaccionaron de inmediato. El remate lejano de Payet y sus centros, bien cabeceados por el más bajito, Griezmann, obligaron a Randolph a intervenir.
Francia busca la remontada
El dominio ya era cosa de los locales superados los primeros quince minutos de encuentro. Sin embargo, Irlanda no generaba dudas: bien atrás y rápida a la contra. El equipo de O’neill, muy vertical, pudo ampliar las diferencias con un acrobático disparo de McCarthy. Lloris, con el miedo en el cuerpo, logró despejar el balón. Francia, cuya mejor ocasión en los siguientes minutos fue un lanzamiento de Pogba, comenzaba a asumir que la remontada iba a exigir su mejor versión.
En el tramo final de la primera mitad, cuando afloró el cansancio en las piernas de los ‘visitantes’, los galos supieron dar un paso al frente. Pogba apareció en zona de tres cuartos, tanto por el centro, como escorado a la izquierda. Gracias a su presencia Griezmann y Giroud gozaron de buenas oportunidades, pero la poblada defensa irlandesa despejó cualquier lanzamiento que buscara su portería. El rostro de los franceses reflejaba frustración cuando el colegiado señaló el descanso.
Griezmann es suficiente
Deschamps tomó medidas e introdujo a Coman en detrimento de Kanté en la reanudación del envite. Un cambio ofensivo que mostraba las intenciones de Francia. Sobre el césped, también se palpó la diferencia. Los galos asumieron un desgaste físico tremendo, un riesgo que pudo ser contraproducente, aunque finalmente les dio mucho rédito. Irlanda dio un paso atrás, se encerró, y sucumbió a la constante ofensiva de los locales.
Las bandas se erigían claves para que Francia generara espacios, y desde ahí se sembró el primer tanto. Sagna, con un gran centro, asistió a Griezmann, que sólo, de cabeza, logró la igualada. La inercia se mantuvo, con los verdiblancos en ‘shock’. Y ahí los galos supieron acrecentar la herida del rival. Giroud bajó con la cabeza un buen centro desde atrás, y habilitó la entrada de Griezmann. El futbolista del Atlético de Madrid resolvió el mano a mano para desatar la locura en Lyon.
Irlanda, con diez hombres
Poco quedó de la Irlanda cómoda e intensa del primer tiempo. El equipo de O`neill apenas superaba el centro del campo con el balón controlado. Ni a la contra, siquiera. Y Francia hallaba espacios con facilidad en las inmediaciones del área rival. Griezmann, su pesadilla, fue derribado cuando se disponía a sentenciar el duelo. El árbitro le mostró la cartulina roja a Duffy. El delantero después no supo transformar la peligrosa falta.
El tramo final fue un monólogo de Francia. Gignac, que sustituyó a Giroud, pudo ampliar diferencias, pero el larguero y Randolph desvanecieron sus oportunidades. El portero de Irlandia fue de lo más destacado, con buenas paradas también a Matuidi y Griezmann. El meta se encargó de dar vida a los suyos hasta el último suspiro. Sin embargo, los ‘visitantes’ no inquietaron a Lloris en ningún momento, y acabaron el encuentro encerrados en su área, sin fuerzas para pugnar por nada. Francia, una de las principales candidatas, ya está en cuartos de final.
Alberto Puente