La fama de Cristiano Ronaldo en sus primeros años en España le costó más de un disgusto. Los piques con los futbolistas contrarios y sus formas con las aficiones rivales pasaban factura a su imagen. Sin embargo, el cambio del crack en los últimos tiempos ha sido espectacular.
Mucho más centrado en jugar que en otras historias, también ha encontrado el respeto del resto de equipos. Las aficiones rivales siguen tomándola con él, pero porque siempre se teme a los grandes cuando llevan otra camiseta. Las quejas a los árbitros siguen siendo su asignatura pendiente, pero ese es un problema que hay que achacarle a la política quejica que promueve la directiva del club.
Este sábado en Vallecas, Cristiano volvió a dar una lección. Un disparo suyo terminó impactando en la cara de una niña que llevaba la camiseta del Rayo. Al principio, los aficionados que rodeaban a la joven empezaron a insultar al luso, como si él tuviese la culpa del suceso.
Sin embargo, antes de marcharse al vestuario en el descanso, la respuesta de Ronaldo con un rival fue de las de quitarse el sombrero. Le dio la camiseta a la chica y, en ese momento, la ilusión desbordó a la chiquilla que salió corriendo loca de contenta. Dentro de su corazón, puede que tuviese un lado merengue. Los que estaban a su lado no volverán a criticar tan a la ligera a CR7.
Asimismo, justo al lado del grupo con el que se encontraba la niña estaban los Bukaneros, (los seguidores más cerrados del Rayo Vallecano) que pretendían robar la camiseta a la niña. Después, empezaron a pedirle a gritos que la quemara, pero la chica no quería acceder. Cuando ya estaban cerca de arrebatársela a la fuerza, tuvieron que intervenir los empleados del club. Se llevaron la camiseta por seguridad y la niña se quedó sin regalo.
Además, no es el primer caso similar que nos encontramos en la carrera del jugador franquicia del Real Madrid. Este verano, el conjunto blanco disputó un amistoso frente al Bournemouth y otro niño terminó con doble factura de muñeca. El chaval estaba justo detrás de la portería y en aquel momento Cristiano no pudo ver que el balón le impactó. Después, se encargó de firmar una camiseta e hizo que se la llevaran. Todo marketing, pensaran algunos, pero otros ni se preocupan de esos detalles.
Por otra parte, como local también tuvo un gesto muy parecido en un Real Madrid-Getafe. Un hombre tuvo que ser atendido por los servicios médicos por un pelotazo en un despeje del goleador. Cristiano esperó al descanso y corrió a interesarse por su salud, le dio la camiseta y se hizo fotos con el seguidor madridista, para que al menos tuviese un buen recuerdo de aquel desagradable incidente.