domingo, mayo 19, 2024
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Alcachofas rehogadas con butifarras

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Pues nada; que el director me ha pillado: sigo sin currar en cocina alguna, y sin reportaje. Me encarga que me vaya algún sitio con cocinas y sin tentaciones. Sus deseos son ordenes y dejo el Delta para subirme a Sitges, lugar discreto y de buena cocina marinera. Antes, me voy a la costa de mi cuñao: o sea, Sant Pere de Ribes.

Sant Pere de Ribes (San Pedro de Ribas en castellano, ) es un municipio de la comarca de El Garraf, en la provincia de Barcelona, A medio camino entre entre Barcelona y Tarragona, dispone de buenas autopistas, que como buenos catalanes pagan carísimas, y que serán de regalo, en cuanto la independencia llene de ríos de leche y miel la comarca y toda Catalunya, naturalmente. Pertenece al Parque Natural del Garraf y está .como quien dice, al lado de Sitges.

Siendo de la comarca del Garraf, ya se imaginarán que esta es tierra de Xato, plato del que otro día les hablaré. Pero no solo de “xatonadas” vive el ser humano. Este histórico municipio, existe antes que la mismísima Cataluña, produce excelentes alcachofas.

Ya puestos, El Pinche piensa que por qué no mezclar la verdura con las butifarras que también da esta tierra. He aquí este sublime guiso de alcachofas rehogadas con butifarras.

La Alcachofa

La alcachofa a la que también se llama “alcaucil” viene de Egipto. Cocinada por griegos y romanos, que le otorgaban poderes afrodisíacos – como a casi todo -. Parece que Zeus tiene que ver con el asunto; el dios del Olimpo que padecía, por lo visto, algún género de adicción sedujo a una muchacha con tal nombre y luego la convirtió en la planta. En todo caso, en España parece ser introducida por los árabes, aunque lo más probable es que en la península sea algún tipo de evolución de los cardos.

Para tratar la alcachofa deben quitarse las hojas exteriores y preferiblemente las puntas. Conviene ponerlas en agua fría y limón para retrasar su oxidación. Si queremos un efecto más crujiente, lo mejor será elegir el horno (20 minutos) o la sartén (poco aceite, fuego medio, tapadas, mejor cocer previamente). O podemos elegir hacerlas al vapor (25 minutos) o hervidas (15 minutos, se introducen en el agua ya hirviendo), que quedan mucho más tiernas. Podemos, como es este caso, incorporarlas a nuestros guisos.

Butifarra

La butifarra fresca,  es roja antes de estar cocida y rosada después. No contiene grasa sino que es carne magra, algunas tienen condimento pero en poca proporción. A veces la carne picada, en algunas elaboraciones,  se puede cocinar ligeramente en el horno o se puede condimentar o cocinar con otros productos (setas) antes de embutir.

La butifarra negra, además de la carne magra, incorpora sangre y la grasa del cerdo.

Necesitaremos un kilo de alcachofas, una cebolla y un tomate grande. Tres ajos tiernos debes estar en la mesa de elaboración. También una butifarra cruda y otra negra. Una rodaja de sobrasada, a este Pinche le encanta, y un vaso de vino rancio.

Una vez limpias las alcachofas y purgando sus pecados en limón, las cortamos por la mitad y esperamos el momento.

En una cazuela con aceite, ponemos la cebolla y cuando haya transparentado un poco, los ajos, a fuego lento, añadiremos la butifarra blanca, cortada en rodajas no muy grandes, y la rodaja de sobrasada, desmigada, para que se vaya deshaciendo.

Una vez la sobrasada esté deshecha, es el momento alcachofas y tomate disuelto y el vino. Tapamos y guisamos hasta que estén guisadas. Un poco antes el final ponemos la butifarra negra.

Claro que después de comer este plato, y con el calor que hace, casi es hora de siesta, esta noche me paso por Sitges a buscar cocina en la que trabajar …o tentaciones, que nunca se sabe.

El Pinche

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