No ploreu més el temple
Que fou enderrocat.
No lloréis más el templo
Que demolieron ya.
Salvador Espriu
En el año 410, Roma es destruida. La biblioteca de Alejandría es arrasada y quemados sus libros. Hace cuarenta años, la plaza de Colón, el Palacio de la Moneda, unas casas galdosianas y un palacio son demolidos para hacer edificios de oficinas. El paseo de la Castellana es desfigurado con inmuebles que sustituyen a los viejos palacios, como el de Villamagna. El templo de Jerusalén es destruido en el año 70. En 1922, Smirna, hoy Izmir, es asolada y quemada y sus habitantes griegos masacrados o expulsados. La calle María de Molina y aledaños, en Madrid, de amables chalets, entre ellos el estudio del pintor Daniel Vázquez Díaz, son echados abajo hacia 1968. Los bulevares de Príncipe de Vergara y Velázquez, convertidos en sendas autopistas. En Bruselas, a mediados de los años cincuenta se destruyen barrios medievales, incluida parte de Les Marolles, para hacer la hormigonada y pétrea plaza Albertine. Igualmente el Quartier Léopold desaparece hace treinta años para alzar los edificios de la Unión Europea. Más de doscientas iglesias y monasterios católicos son arrasados en Inglaterra tiempos de Enrique VIII. El castizo barrio de La Malagueta, en Málaga, es convertido en un denso conjunto de bloques de hormigón y ladrillo. La Gare de Montparnasse es destruida en París, en tiempos de Pompidou, para elevar el ataúd negro de la Tour Montparnasse. La ciudad de Hamburgo es destruida en julio de 1943 por un bombardeo que causa 42.000 muertos, 37.000 heridos y un millón de desplazados. El incendio generó un tornado de fuego de 1500 metros de altura. En 1940 la catedral de Coventry había sido arrasada por las bombas. El palacio de Vélez Blanco es vendido por sus propietarios al Metropolitan Museum de Nueva York. En The Cloisters de Nueva York hay una capilla románica catalana vendida a finales del siglo XIX. Dresde –capital del barroco y llena de obras de arte- es bombardeada cuando faltan dos meses para el final de la guerra mundial. Varsovia, también. Prácticamente todas las catedrales de gótico hanseático, en ladrillo rojo, son bombardeadas e incendiadas: Lübeck (en especial Santa María), Rostock, Stralsund, Prenzlau, etcétera. Suma y sigue.
Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye