domingo, mayo 19, 2024
- Publicidad -

El terremoto de las pensiones

No te pierdas...

Un terremoto sacude el sistema de pensiones, y es tanto como el sistema mismo, al presionar sobre la sostenibilidad del Estado del Bienestar. Acostumbrados en los últimos años a los avances sociales en la jubilación de trabajadores -junto a algunos excesos en la supresión de activos profesionales a los 50 años, inconcebibles en las empresas fuertemente saneadas-, el anuncio de jubilaciones próximas a los 70 años cae como un jarro helado en las expectativas de los contribuyentes, algunos de los cuales llevan cotizando durante más de cuatro décadas a la Seguridad Social.

Aunque la reforma sea gradual y contemple los derechos adquiridos de los trabajadores que se acercan a la jubilación (el 2025 es la fecha que se estima para que se apliquen todos los cambios), la incertidumbre gana enteros. Pero no hay espatoria, aducen los expertos. Dicen que jubilarse a los 70 años (a los 67 contempla llegar el Gobierno) salvaría el sistema de pensiones, y la reforma sería el único modo de afrontar el declive en picado de las cuentas de la Seguridad Social, que han reducido su superavit un 41% en el 2009 respecto del año anterior. El 50 por ciento de la población española estará en el 2049 por encima de los 64 años, por lo que ya no estarían en edad de trabajar.

Han saltado las alarmas. La saneada «hucha de las pensiones» de la que con tanta petulancia se jactaban algunos políticos del Gobierno se vacía. Lo malo de haber clamado tanto y tan alto contra los que «quieren recortar los derechos sociales» (¿dónde están las otras alternativas?) es que resuena el eco de lo dicho. Ha comenzado la carrera. Expertos y políticos van a la zaga porque los estudios sobre los próximos años no prevén una recuperación significativa en la ecuación afiliación y desempleo, salvo que se produjera un boom de empleo tan espectacular como el que se ha dio en la década prodigiosa en España, entre 1998 y 2007. Tras las primeras resistencias, se apresta a abordar la reforma que ya se ha emprendido en nuestro entorno. En Alemania, Noruega, Dinamarca, Irlanda e Islandia, la edad de jubilación ya se sitúa por encima de los 65 años. En EEUU se plantea un aumento de la edad laboral en progresión, a los 67 años para el 2022.

Es posible que con los datos actuales no haya otra solución. La afiliación a la Seguridad Social se desploma y suben los gastos sanitarios porque cada vez somos más mayores. De igual forma, nos sentimos orgullosos de los avances en Bienestar Social. Hasta aquí hemos llegado y el Gobierno no puede hacer oídos sordos. Pero es explicable que la reforma de la edad laboral suscite un gran malestar en una sociedad que ha observado de cerca el despilfarro en algunos sectores y la alegría presupuestaria en otros, y de ello no se libran los distintos partidos e instituciones. Mejor sería que exploraran sin descanso nuevas fórmulas eficaces para crear empleo y no quitaran (del todo) la ilusión del descanso a las generaciones venideras.

Chelo Aparicio

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -