El Parque Regional del Sureste esconde en sus tripas un embalse envenenado. Un aceite denso y negro, similar al chapapote, compuesto por una mezcla nociva de hidrocarburos y ácido, se acumula desde principios de los años noventa en un complejo lagunar del espacio protegido. Entre las 30.000 hectáreas del parque se encuentra la laguna de la Boca Alta, más conocida como la ‘laguna negra’ de Arganda del Rey: 50.000 metros cúbicos de vertidos tóxicos y tierra contaminada. Según denuncian los ecologistas, además de generar emisiones contaminantes, la laguna ha provocado la muerte directa de fauna que queda impregnada y quemada por el aceite corrosivo. “Si alguien cae allí la posibilidad de salvarse es reducida”, afirma a este diario Nines Nieto, portavoz de Ecologistas en Acción.
No existen datos fiables sobre el número de muertes de animales, ni el impacto de la contaminación sobre la población puesto que la administración no ha elaborado estudios sobre las consecuencias ocasionadas por el embalse tóxico. De la ‘laguna negra’ se han extraído desde todo tipo de aves, incluido un búho real, hasta un coche abandonado. “Se ha producido la muerte de un número indefinido de animales. No existen datos reales ni fiables. La laguna está rodeada de lagunas de agua y las aves no son capaces de diferenciar entre una lámina de agua y una de petróleo. Se zambullen en ella y mueren porque quedan impregnadas y quemadas”, explica Nieto. Los vecinos del barrio de La Poveda, cercano a esta laguna, aseguran que durante los meses de calor el olor a petróleo es constante. “Eso quiere decir que se está produciendo una volatilización de esas sustancias y que lo están respirando. No existen datos porque no se han hecho estudios, pero seguro que ha habido contaminación del aire y del suelo”, añade Nieto.
De hecho, no es la única laguna tóxica en la zona. Según confirma Ecologistas en Acción a este diario existe otro “hueco” contaminado debido a los vertidos. Aunque en este caso los residuos están solidificados. Son una mezcla de aceite, cenizas y escombros. “En lugar de ser líquida está en estado sólido. Está en Arganda, junto a la antigua carretera de Valencia, cerca de una parcela que actualmente es un cementerio canino. Ahí no se ha realizado ningún tipo de control ni de actuaciones. Lo hemos denunciado desde hace tiempo”, dice Nieto. La responsable de haber creado este espacio contaminado es la misma empresa que generó la ‘laguna negra’.
La 'laguna negra' se remonta a los años 80
El origen del problema se remonta a finales de la década de los ochenta. La empresa PIQSA, cuya labor era recoger aceite para refinarlo y así reutilizarlo, vertió sin control las sustancias que no utilizaba en uno de los huecos del parque hasta convertirlo en una laguna venenosa y nociva. En el año 1994 la compañía quebró y cerró. Cayó en el olvido hasta que pasó a manos de otro propietario privado que decidió desentenderse de los problemas heredados y alegó que él no era el responsable de los vertidos. “No tiene ningún control. Nos consta que la gente iba allí a cambiar el aceite del coche. Sigue estando en un estado lamentable”, dice Nieto. Ni siquiera contaba con un sistema de vallado para evitar el acceso al embalse.
A finales del año 2008, la Comunidad de Madrid, a través de la empresa pública Gedesma, decidió tomar las riendas y compró los terrenos para tratar de solucionar el problema. Anunció un plan en 2010 valorado en 20 millones de euros para eliminar los residuos pero finalmente se suspendió. Cuatro años después, el Ejecutivo regional puso en marcha un nuevo proyecto gestionado por la empresa pública Tragsa, que supuestamente se está cumpliendo. Parte de los residuos se trasladarán a la cementera Lafarge (Toledo). “No sabemos si algo se está reciclando o se está llevando todo a incinerar en Toledo”, afirma Nieto.
Tanto el Ayuntamiento de Arganda del Rey como las organizaciones ecologistas denuncian secretismo y falta de transparencia por parte de la Administración sobre las tareas de descontaminación que se están realizando en el espacio protegido. “No se sabe nada, no se está dando información. Se deberían hacer informes periódicos para saber cómo van avanzando los trabajos”, lamenta Nieto. La única información que tiene es que se ha trasladado maquinaria a la zona. Hace apenas una semana, el consistorio mostró su “desconcierto” a través de un comunicado por la “falta de información sobre las tareas de descontaminación que la Comunidad de Madrid se comprometió a desarrollar en la laguna de la Boca Alta”.
El Gobierno regional, por su parte, defiende que transmitió toda la información a los ediles del ayuntamiento de Arganda del Rey y mantiene que los trabajos para limpiar el embalse se están realizando con éxito. Este diario ha intentado ponerse en contacto con la Consejería de Medioambiente, pero al cierre de la edición no ha respondido a las llamadas.
Marina García-Rico