«Paso a paso», «poco a poco», «las cosas volverán a su cauce» y «se irán serenando». Éstas son algunas de las pinceladas de la estrategia de Mariano Rajoy que la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha desgranado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes. Es decir, no hay prisa. Rajoy ha activado el 'modo siesta'. El Gobierno cree que aún «merece la pena» que el líder del PP llame al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pese a la constante negativa del líder socialista; pero su objetivo es dilatar esta intención aún más en el tiempo. «Se trata de que las cosas se vayan serenando. Sánchez estaba muy arriba y tendrá que ir bajando poco a poco e ir asumiendo que su investidura fue fallida», ha explicado Santamaría.
Aunque lo cierto es que esta explicación no concuerda con la primera intención de Rajoy, que comenzó la semana anunciando en una entrevista radiofónica que llamaría a Sánchez y al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, para mantener un encuentro que no pasara «de esta semana». De hecho, el portavoz del PP, Pablo Casado, dio a entender que la llamada se produciría el mismo martes. Pero finalmente no se ha producido.
La vicepresidenta no ha querido aclarar si este retraso se debe a la negativa del PSOE a realizar una primera reunión de líderes. De hecho, cuando Rajoy hizo este anuncio la ristra de negativas del dirigente socialista ya era ingente. «Ya estamos acostumbrados», ha llegado a admitir Santamaría. Sin embargo, ha pasado la semana, y este nuevo intento de acercamiento no se ha producido. Es más, todo apunta a que la nueva estrategia del presidente del Gobierno es vieja: volver a esperar.
Rajoy, «acostumbrado» a las negativas de Sánchez
«¿Tiene pensado hacer algo Rajoy para forzar que se produzca este diálogo después de la insistente negativa de Sánchez?», han preguntado por enésima vez a Santamaría este viernes. Pero la respuesta sigue siendo esquiva y poco concreta. «Rajoy sigue manteniendo lo mismo que dijo tras las elecciones porque lo lógico para España sería un Gobierno de coalición o un Gobierno del PP con la abstención del PSOE para solucionar la situación de bloqueo», ha insistido la vicepresidenta del Gobierno, que ha avanzado que van a hacer «mucha pedagogía» y «mucha explicación» de lo que el PP propone en cada uno de los pactos.
De hecho, los 'populares' ya anunciaron este martes su intención de celebrar a lo largo de las próximas semanas cinco «convenciones» para explicar los cinco puntos del pacto que Rajoy propuso a Sánchez y Rivera: un pacto por el crecimiento económico y empleo; un pacto para la reforma fiscal y de la financiación; un pacto social; un pacto por la educación; y otro para el fortalecimiento institucional. Santamaría no ha querido desvelar cuándo se producirá esta llamada, asegura desconocerlo, pero sí ha advertido de que el primero que se enterará será Sánchez. Mientras, ha seguido apelando a la «seriedad» de la propuesta de su partido.
Pocos días después de que Rivera insistiera en que un Gobierno del PP sin Mariano Rajoy tenía más opciones de materializarse, Santamaría ha vuelto a recordar a Ciudadanos que el único apoyo imprescindible para los 'populares' es el del PSOE. «Lo demás pueden ser grandes espectáculos, por llamarlo de alguna manera, pero lo serio es contar con el partido, el único que puede llevarnos a formar un gobierno a la fuerza más votada», ha zanjado. Lo ha hecho no sin antes recordar a Sánchez y Rivera que para formar un gobierno lo «lógico, serio y sensato» es que sean los líderes de cada formación los que pongan el asunto encima de la mesa y no una comisión técnica.
El Gobierno no quiere oír hablar del control parlamentario
Es evidente que Rajoy no tiene ninguna prisa por formar un gobierno. Así como tampoco por acudir al Congreso de los Diputados a someterse a un nuevo control parlamentario. De hecho, tal y como anunció este jueves el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, y ha vuelto a reiterar la vicepresidenta del Gobierno, no tiene ninguna obligación. Y no está previsto que lo haga.
Todos los grupos parlamentarios han pedido al Gobierno que comparezca Rajoy en el Congreso y explique la posición de España frente al preacuerdo entre la Unión Europea y Turquía que podría permitir la devolución masiva a ese país de refugiados que hayan alcanzado, desde allí, suelo comunitario. De hecho, Sánchez ha remitido una carta al presidente del Gobierno para recordarle que esta decisión no la puede tomar un gobierno en funciones. Santamaría ha pedido calma y ha asegurado ser consciente de sus limitaciones. «Vayamos paso a paso, porque de momento no hay nada cerrado», ha insistido Santamaría, que ha recordado que la reunión del pasado lunes en Bruselas fue «informal y para nada decisoria».
En este sentido, ha asegurado que el Ejecutivo, en cumplimiento de la normativa reglamentaria, enviará al secretario de Estado para las relaciones con la UE al Congreso antes del Consejo Europeo de la próxima semana «para expresar su posición» en este asunto. Y ha pedido «tranquilidad» a Sánchez, puesto que el presidente de Francia, François Hollande, tiene previsto convocar al socialismo europeo para unificar posturas. «El PSOE es el que tendrá que definirse, no nosotros», ha zanjado.
Santamaría ha insistido en que el Gobierno en funciones no se puede someter al control parlamentario porque no «tiene la confianza de la Cámara». Eso sí, el Ejecutivo ha advertido de que es consciente de que no puede tomar una decisión respecto al acuerdo de la UE-Turquía él solo. En este sentido, ha asegurado que buscará «consenso» en la Cámara Baja. El modo de consensuar esta postura no lo ha aclarado, pero quizás ésta sea la excusa perfecta para descolgar el teléfono y, por fin, dialogar con Pedro Sánchez. Eso sí, fuentes gubernamentales han aclarado que si Rajoy no logra consensuar una posición frente al acuerdo con Turquía votará «no» en Bruselas, donde, aseguran, son conocedores de la situación de interinidad del Gobierno de España.