Aunque la inflación subyacente, la que no cuenta con la energía y los alimentos, se mantiene en positivo, permanece en niveles muy bajos: la deflación retorna a ser una amenaza para la economía española.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este viernes lo que ya había anticipado, y de lo que Estrella Digital se hizo eco el pasado 26 de Abril: de la variación nula con que cerró 2015, la tasa anual del índice de precios de consumo pasó al -0,3% en enero; y en Febrero la tasa anual se sitúa en -0,8% . En la comparación mensual, la caída es del 0,4%
A diferencia del mes anterior, el retroceso de los precios de consumo coincide con una depresión de las expectativas de consumidores y empresarios que les lleva, de nuevo, a ahorrar en lugar de consumir e invertir. Si valoramos el Índice de Precios Armonizado, que se utiliza para la comparación europea, se sitúa en un -1%, frente al 0,2% europeo.
El retroceso de los precios está impulsado por la evolución negativa del precio del transporte, debido especialmente a la caída de precios de los carburantes, y a los alimentos frescos. El índice subyacente, que excluye a estos precios considerados más volátiles, refleja una inflación muy moderada (1%), prácticamente igual que en meses anteriores.
Por el contrario, y confirmando la política de costes de comunicación en España, los precios de las comunicaciones alcanzan un irracional crecimiento del el 2,7%, un punto y medio por encima del mes anterior, a consecuencia del aumento de los precios de los servicios telefónicos, frente a la estabilidad reflejada en febrero del pasado año.
El precio de los carburantes tiene una aportación negativa al IPC. No obstante hay que señalar que, entre el 10 de Febrero y el 10 de Marzo, el barril de Brent ha subido cerca de diez dólares, situándose en el entorno de los 40 euros, lo que pudiera indicar cierto cambio de tendencia y de su influencia en los precios.
Además del transporte, entre los grupos con repercusión negativa en el índice general destacan la vivienda ( –1,6%) debido a la bajada de los precios de la electricidad; el vestido y calzado, con una tasa del –1,6%, que recoge el comportamiento de los precios al final de la temporada de invierno.
Por su parte, los grupos con mayor repercusión positiva en el índice general son el señalado aumento de los precios de los servicios telefónicos así como los precios de los Hoteles, cafés y restaurantes, que presenta una variación del 0,4%, consecuencia de la subida de los precios de los hoteles y otros alojamientos. Suben también los precios culturales.