La encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) confirma los peores presagios para el PP y el PSOE: los conservadores ganarían las elecciones con 120-128 escaños, pero cosecharían los peores resultados en 26 años; y los socialistas, aunque conservarían la segunda posición con 77-89 diputados, sufrirían su mayor batacazo en democracia. La diferencia con el PP sería de casi 40 escaños. Este nuevo sondeo confirma el fin de las mayorías absolutas y el papel determinante de las fuerzas emergentes. De hecho, de celebrarse hoy elecciones, Ciudadanos tendría la llave de la Moncloa con 63-66 escaños. Podemos, por su parte, sigue desininflándose con 23-25 escaños.
La encuesta, realizada entre el 27 de octubre y 16 de noviembre a 17.000 personas, confirma el inicio de una nueva era de pactos a partir del próximo 20 de diciembre. Aunque con el PP y el PSOE más debilitados que nunca. Los conservadores bajarían de la barrera psicológica de los 140 escaños, unos resultados que no obtienen desde 1989. Y los socialistas obtendrían los peores resultados de la democracia. De confirmarse estas cifras, el PP perdería 57 diputados respecto a 2011, y el PSOE 21. Así que la única opción que les quedaría para formar gobierno es lograr el apoyo de las nuevas fuerzas.
En el caso de Mariano Rajoy (PP), el apoyo de Albert Rivera le permitiría gobernar con la suficiente estabilidad. Ambos sumarían la mayoría absoluta. En el caso de Pedro Sánchez (PSOE), el apoyo de Podemos no sería suficiente para superar al Partido Popular. Al igual que Rajoy, Sánchez también necesitaría a Albert Rivera para poder ser investido, aunque en este caso, la suma no superaría la mayoría absoluta (establecida en los 176 escaños), eso significa que además necesitaría la abstención de alguna otra fuerza para poder ser presidente del Gobierno. Un pacto de perdedores, tal y como lo identifican los conservadores.
En lo que a estimación de voto respecta, el CIS otorga al PP un respaldo del 28,6%, al PSOE del 20,8%, a Ciudadanos del 19% y a Podemos de un 9,1%, aunque en este caso también habría que atender a sus coaliciones de Cataluña (3,2%), de la Comunidad Valenciana (2,1%) y de Galicia (1,3%). A Izquierda Unida, ahora Unidad Popular, se le otorga un respaldo del 3,6%, mientras que UPyD quedaría fuera con un 0,7%, al igual que Unió con un 0,1%.
A diferencia del CIS de octubre, en esta ocasión, el voto directo también da la victoria a los conservadores con un 16,2%, frente al 14,9% de los socialistas, del 11,6% de Ciudadanos y un 6,9% de Podemos. Después de dos meses de precampaña, los socialistas no sólo han perdido la primera posición en voto directo (que sí tenían en el último barómetro), sino que han caído cinco puntos en estimación de voto (encuesta 'cocinada') respecto a octubre. Ciudadanos mantiene la tercera posición de hace dos meses, aunque en una posición mejor: sube 4 puntos y ya pisa los talones al PSOE, del que sólo le diferencia 1,8 puntos. En el caso de Podemos, sigue siendo llamativa su pérdida de apoyo. Se mantiene como cuarta fuerza política, muy lejos de la quinta que es IU con un 3,6% en estimación de voto, pero ha perdido casi 2 puntos respecto a 2011. Y aunque el PP gana, también ha perdido cinco décimas en estimación de voto.
El porcentaje de abstencionistas sigue siendo alto. Ha bajado casi 3 puntos respecto a octubre, pero aún hay un 19,1% de ciudadanos que no tienen claro a quién va a votar las próximas elecciones general.
En cuanto a la valoración de los políticos, todos suspenden, pero el más valorado es Albert Rivera con un 4,98. Le sigue el candidato de Unidad Popular-IU, Alberto Garzón; y ya más lejos se sitúan Pedro Sánchez (PSOE), con un 4,59; Pablo Iglesias (Podemos), con un 3,87; y por último el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con un 3,31.