sábado, mayo 18, 2024
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Cayetana Álvarez de Toledo, la diputada marquesa que pide la cabeza de Rajoy

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Sólo ha hecho nueve preguntas en cuatro años como diputada en el Congreso de los Diputados (y todas el mismo día), pero se siente con potestad para pedir la cabeza de Rajoy. Cayetana Álvarez de Toledo lleva la altanería en las venas como buena marquesa de Casa Fuerte y dice abiertamente que el PP «necesita un nuevo» cabeza de lista para las generales.

Las fuertes costuras que Mariano Rajoy cosió en 2008 se aflojan. Después de tres años de encadenadas derrotas electorales, una ristra de incumplimientos electorales y más de 2,5 millones de votantes perdidos llegó la hecatombe. Hace unos meses lo que decía Rajoy en los Comités Ejecutivos Nacionales iba a misa. Nadie pedía la palabra, nadie contradecía al líder. A nadie se le ocurría acudir a los medios de comunicación a pedir cambios; y menos aún a pedir su cabeza. Pero los días de vino y rosas se acabaron. Hoy, ya hay amigos que incluso le piden que «se mire al espejo» antes de repetir de nuevo como candidato, y quien lo dice abiertamente como Cayetana Álvarez de Toledo. Es diputada del PP desde 2008 y, desde hace unas semanas, el azote del presidente de la formación. Fiel al estilo aguirrista y aznarista -con quien se siente más cómoda- encabeza una de las luchas internas más encarnizadas de los últimos tiempos. No se recordaban contiendas de este nivel desde el famoso congreso de Valencia de 2008, donde precisamente Aguirre y Aznar lideraron un sector crítico que intentó apartar a Rajoy de la presidencia. Y Álvarez de Toledo parace la heredera. Aún no se ha postulado públicamente para ningún cargo, pero a nadie le extrañaría que su sobreexposición pública tenga alguna relación con aspiraciones personales y de cota de poder.

Sucesivos artículos en la prensa y constantes apariciones en televisión y radio ponen de manifiesto su voluntad de liderar ese sector crítico que sólo tiene una obsesión: 'cortarle la cabeza' a Rajoy. No tiene pelos en la lengua y, con apenas 40 años, esta conservadora de pura cepa ya ha demostrado no faltarle ambición. Desciende del II duque de Alba. Con triple nacionalidad (española, francesa y argentina), es hija de Juan Illán Álvarez de Toledo y Giraud, XII marqués de Casa Fuerte, y de Patricia Peralta-Ramos y Madero, miembro de una familia de la aristocracia argentina. Su madre desciende de uno de los asistentes a la fundación de la ciudad de Córdoba el 6 de julio de 1572, Blas de Peralta, y, a su vez, del fundador de la ciudad de Mar del Plata, Patricio Peralta Ramos. Desde 2013, tras el fallecimiento de su padre, ella es la marquesa de Casa Fuerte.

Ha vivido y se ha educado entre la élite francesa, española y bonaerense. Nació en Madrid, sus primeros años los pasó en Londres, pero con siete años su famitia se mudó a Buenos Aires. Estudió en el exclusivo instituto Northlands de Buenos Aires, donde conoció a Máxima Zorreguieta, la actual reina de los Países Bajos. Zorreguieta era amiga de su hermana Tristana. La familia Álvarez de Toledo mantiene una estrecha relación con los Zorreguieta, cuyo cabaza de familia, Jorge Zorreguieta, está estrechamente relacionado con la dictadura argentina. Y así se pudo comprobar el 20 de septiembre de 2013, cuando la reina Máxima visitó el Congreso de los Diputados. Una joven diputada rubia, de melena lisa y muy poco maquilla abrazó y besó con efusividad a la argentina. Las cámaras de televisión y los periodistas rápidamente se dieron cuenta de esta relación y, un día después, ABC ya le dedicó un artículo titulado: «Cayetana Álvarez de Toledo, la confidente española de la reina Máxima de Holanda».

Probablemente fuera una diputada desconocida para el gran público, pero en absoluto lo era en los círculos conservadores. Tras su etapa argentina, regresó a Londres, donde se licenció en Historia Moderna en la prestigiosa universidad de Oxford y donde conoció a su marido, Joaquín Güell. Él es un empresario catalán con un afianzado patrimonio y también, miembro de una familia con historia en Cataluña, directamente emparentada con el marqués de Comillas. Álvarez de Toledo ha desarrollado su carrera profesional en España. Primero como periodista en el diario El Mundo, donde pasó por las secciones de Opinión y Economía, y después como tertuliana en la cadena COPE en el programa La Mañana que conducía Federico Jiménez Losantos. Pero rápidamente se dio cuenta de que su vocación era la política, donde se enganchó en 2006 al carro del que fuera secretario general del PP, Ángel Acebes. Se convirtió en su jefa de gabinete. Y dos años después entró en la lista del PP en las elecciones generales de 2008. La polémica no fue pequeña. Pocos en el partido entendían el ascenso meteórico de la joven Cayetana. Acebes intentó incluso colocarla en los primeros cinco puestos de la lista, por delante de Ana Mato o Soraya Sáenz de Santamaría. Y, aunque finalmente se tuvo que conformar con el puesto 9, consiguió entrar ya en el Parlamento Nacional.

Pedro J. y Jiménez Losantos la quisieron encumbrar. Era su niña bonita. Se referían a ella insistentemente como una de las grandes promesas del PP. Pero la caída en desgracia de Acebes, aznarista empedernido, anuló abruptamente sus aspiraciones. En 2008, y consciente ya de las tretas de Aznar y cía., Rajoy nombro a María Dolores de Cospedal como su 'número dos'. Álvarez de Toledo repitió en la lista en 2011. Pero ya nadie reparaba en ella. Durante estos casi cuatro años ha pasado totalmente desapercibida. Es vicepresidenta de la Comisión Mixta para la Unión Europea y vocal de las Comisiones de Justica y Constitucional. Cobra casi 5.000 euros al mes, pero su actividad parlamentaria ha sido prácticamente inexistente. Una 'nini' del Congreso en toda regla, cuyo trabajo se limita a 9 preguntas escritas (todas ellas el mismo día, el 29 de junio de 2012) y una intervención parlamentaria en marzo de 2013.

Actualmente es la directora del área internacional de FAES y responsable del área de Análisis del PP, pero parece que intenta volver a ganar enteros en el partido representando al sector de los díscolos y combativos con Rajoy. Ella fue la encargada de encender el fuego tras la Junta Directiva que el PP celebró a la vuelta de las vacaciones de Semana Santa. Los nervios estaban a flor de piel. La crisis interna se había acentuado y los estudios demoscópicos publicados ya avecinaban tormenta. Acusó a la dirección de negar la palabra a los más de 600 miembros que conforman la Junta Directiva. Un extremo rápidamente negado por el partido. Pero no cesó en su empeño. Un día después del convulso cónclave publicó en el diario El Mundo las notas que había preparado decirle a Rajoy. En ese artículo ya advirtió al presidente del PP de que la economía no sería suficiente para recuperar la confianza de los votantes perdidos durante esta legislatura. Y parece que la realidad le ha dado la razón. El 24M resultó ser una pesadilla para el PP. Y Cayetana no se ha callado. El título del último artículo que ublicó cinco días después de la debacle fue: «Contigo y sin él».

Álvarez de Toledo ha iniciado una batalla por su cuenta: echar a Rajoy de la presidencia del PP e impedir que sea el candidato en las elecciones generales. La 'popular' exige a los suyos más política y les alerta de la necesidad de un nuevo liderazgo. «El paisaje popular es hoy un campo arrasado en el que no quedan referentes activos a los que dirigirse en busca de consuelo o esperanza», advierte la diputada del PP.

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