Como algunos de los entrevistados que acuden a su programa, el Gran Wyoming está estos días de promoción de su libro 'De rodillas, Monzón', el primer volumen de su autobiografía en el que habla de su infancia y adolescencia.
En esta obra, el presentador de El Intermedio lo mismo habla de cómo vivió la dura enfermedad mental de su madre como desvela los detalles de su adolescencia y de cómo descubrió su sexualidad y cómo perdió la virginidad.
Sobre esa etapa de su vida, Wyoming recuerda que todo comenzó en un viaje a Holanda que realizó junto a un amigo, precisamente con el objetivo de perder la virginidad. Según escribe, «el padre de mi amigo, que se llamaba Paco, se acercó antes de partir el tren y nos dijo: 'Usad siempre condón'. Yo me quedé muy cortado porque parecía que nos había leído el pensamiento».
El presentador asegura que «teníamos más hambre que el pavo de una rifa», y tilda de «bochornosa» esa primera experiencia sexual, «no conseguí que el pene alcanzara una consistencia suficiente y, como estaba cantado, en cuanto conseguí entrar, después de mucha maniobra, me corrí como un tonto».
El escritor incluso relata cómo fue el después, «la chica se quedó esperando, porque, claro, yo había disimulado el orgasmo, y cuando se percató de que ya había terminado exclamó algo parecido a 'shit', pero en holandés».
Para ser todavía más preciso, Wyoming hasta puntualiza que la joven salió rápidamente de la habitación, «yo estaba abochornado, permanecía callado», así como que cuando regresó «me dio las buenas noches, se giró dándome la espalda y se durmió. Yo lo agradecí, no estaba para muchas explicaciones».
M. A.