La economía española consolida en 2012 sus mejores datos de comercio exterior en muchos años. El déficit comercial cerró con un descenso de casi el 34 por ciento. La principal razón hay que buscarla, según ha explicado el secretario de estado de Comercio en el descenso de los costes laborales unitarios, el aumento de las exportaciones y por supuesto en la apertura de nuevos mercados.
Nunca ningún país salió de una crisis por una vía distinta al aumento del comercio exterior
No hace mucho ya dije que los economistas aseguran que nunca ningún país salió de una crisis por una vía distinta al aumento del comercio exterior. No se superan las crisis por la vía del consumo interior, ni del consumo público. Podemos estar, por tanto, en los inicios de la recuperación de las grandes cifras, fruto de esfuerzos pequeños, pero muy generalizados.
Este es sin duda un dato importante e interesante para ser optimistas con la economía española. Se podrían añadir muchos más, como la entrada de capital extranjero, la colocación de la deuda, el saneamiento del sector financiero o la mayor flexibilidad que ha introducido en el mercado de trabajo la reforma laboral. Claro, que todo esto no ha llegado aún a la economía real, pero sí hay que apuntar que ya son varios los bancos que han anunciado líneas de créditos a emprendedores y empresas, un asunto, el de la falta de financiación, que ha puesto y sigue poniendo en dificultades a muchísimas empresas de este país. En todo caso, hay que abordar a la mayor brevedad posible la agilización de los pagos, sobre todo de las comunidades autónomas y ayuntamientos, a los proveedores, otra de las causas de la muerte de tantas y tantas empresas y autónomos. Finalmente, también hay que valorar los planes que como el de la Comunidad de Madrid se van a poner en marcha para luchar contra el paro juvenil y de larga duración, con medidas imaginativas pero posibles. No es sostenible un país con seis millones de parados.
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Carmen Tomás