El entrenador del Fútbol Club Barcelona, Pep Guardiola, es diferente a los demás profesionales de los banquillos. Y si no, lean. Pep les puso a sus jugadores, antes del partido de este pasado sábado contra el Málaga, un vídeo del programa Informe Robinson, de Canal Plus, en el que se recoge la tragedia acaecida hace dos años en el Himalaya que costó la vida a un montañero español colgado en la ladera del Anapurna y en la que quince voluntarios se jugaron la vida por rescatarle sin éxito en un claro ejemplo de compañerismo.
No sé si la original terapia de Guardiola será por lo que dicen los ‘madritólogos’ del periodismo deportivo de que al Barça ya le ha entrado el ‘canguelo’ al ver que no logra despegarse de un Madrid que cada vez va encontrando su mejor juego, que cuenta sus partidos por victorias y que, además, golea.
Lo que sí es verdad es que a este Barça aún le cuesta ahuyentar -o resolver- algunas dudas sobre el equipo que no tenía en la pasada campaña. Sobre todo en estos momentos tan delicados en los que el primero -Barça o Madrid- que pise la cáscara de plátano y resbale dejará en clara ventaja a su adversario en la carrera hacia el título.
El Camp Nou vivió otra noche épica con un triunfo agónico del Barça ante el rocoso Málaga a pesar de haber desplegado un gran fútbol muy similar al que tanto deleitó durante la pasada temporada.
Fue una reacción de garra en la que el ‘espíritu del vídeo’ tomó cuerpo en el equipo azulgrana en un momento delicado en el que parece que acusa más la presión del Real Madrid, y los nervios parecen haber hecho mella en el estado anímico de la plantilla azulgrana.
Y un claro ejemplo de que Pep Guardiola va a necesitar echar mano de más vídeos terapéuticos para llevar la tranquilidad al vestuario se pudo ver tras el partido ante los malaguistas con las quejas sobre la actuación arbitral de un futbolista tan comedido como Xavi Hernández. Muy extraño, pero muy significativo.
Antonio Cubero