El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se ha puesto en contacto con el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, y le ha ofrecido la ayuda de Washington en relación al accidente de un avión ruso de pasajeros en la península egipcia del Sinaí.
Ambos gobiernos han confirmado esta conversación telefónica, en la que el jefe de la diplomacia norteamericana ha expresado sus «profundas condolencias» por el siniestro. «Kerry también ofreció la asistencia de Estados Unidos si es necesaria», ha apuntado la nota del Departamento de Estado.
El Ministerio de Exteriores ruso ha confirmado que Kerry y Lavrov también han aprovechado la conversación para hablar de forma «breve» de los resultados de las conversaciones sobre Siria mantenidas el viernes en la capital austriaca, Viena.
Las oficinas de investigación de accidentes aéreos de Francia y Alemania también se sumarán a las pesquisas por el siniestro de un avión ruso en la península egipcia del Sinaí, en representación de los estados de «concepción» y «construcción» del Airbus.
La Oficina de Investigación y Análisis de Accidentes de Aviación Civil (BEA) ha informado en un comunicado de que, «conforme a las disposiciones internacionales», participará en los trabajos de análisis junto a sus homólogas alemana (BFU) y rusa (MAK).
Un primer equipo compuesto por dos investigadores de la BEA y seis técnicos de Airbus llegarán este domingo a Egipto. A ellos se unirán dos investigadores alemanes y cuatro rusos, si bien la oficina gala ha insistido en que la difusión de información sobre las investigaciones corresponderá a las autoridades egipcias.
El avión, un Airbus A321-231, partió de madrugada desde la ciudad egipcia del Sharm el Sheij con rumbo a San Petersburgo, pero desapareció de los radares 35 minutos después del despegue. A bordo del vuelo 7K-9268 de Kogalymavia viajaban 224 personas: 217 pasajeros y siete tripulantes.