El soberanismo ha puesto en marcha toda la escenografía independentista para dar una muestra de solidaridad institucional a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que este viernes ha comparecido durante apenas 30 minutos como investigada en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por desobedecer al Tribunal Constitucional (TC) al permitir el debate y la votación de la declaración de ruptura con España. La presidenta de la Cámara catalana, que podría acabar siendo inhabilitada, sólo ha respondido a las preguntas de su abogado y ha defendido que permitió la votación parlamentaria de la hoja de ruta independentista no fue un acto premeditado, sino que solamente fue un «acto político», sin valor jurídico alguno.
Forcadell ha reprochado a la juez y a la Fiscalía que al imputarla han incumplido su deber de defender la inviolabilidad del Parlament. La presidenta del Parlament, que se ha limitado a responder a una lista de 25 preguntas que le ha formulado su abogado, Andreu Van del Eynde, ha sostenido que no se puede prohibir discutir sobre la independencia cuando es un debate que está en la calle.
El mundo soberanista ha logrado hacer de la declaración judicial un gran acto de reivindicación. No ha faltado nadie. Cientos de cargos soberanistas han arropado a Forcadell a su llegada a la sede del TSJC, con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el expresidente Artur Mas a la cabeza de la comitiva. Consellers del Govern, entre ellos Oriol Junqueras, Raül Romeva o Marta Rovira; varios miembros de la CUP, como Mireia Boya o Eulàlia Reguant, también han acudido a la marcha. No han faltado a la llamada del indepentismo el diputado de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, y el portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot, Lluìs Rabell. El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, ha enviado al número dos de Ada Colau, Gerardo Pisarello.
Tras hacerse una foto de familia en las escalinatas de la cámara, Forcadell ha salido del Palacio del Parlament encabezando toda la comitiva para dirigirse a pie hacia el Palacio de Justicia, donde varios centenares de personas también han aguardado a las puertas del Palacio de Justicia entre un mar de banderas independentistas y pancartas que rezaban 'Esto va de democracia', 'Ni un paso atrás' y 'Sin miedo'. Como ya ocurriera cuando el expresident Artur Mas declaró por la consulta del 9N de 2014, la presidenta del Parlament ha recibido un apoyo multitudinario, respondiendo así a la convocatoria de las entidades soberanistas.
Forcadell ha llegado a la sede del TSJC junto a su marido poco antes de las 9.15 horas para declarar como investigada por desobedecer. El independentismo ha estallado y la ha recibido entonando 'Els segadors', mientras ella, emocionada, subía las escalinatas del Palacio de Justicia. Tampoco han faltado en la cuidada puesta en escena cánticos de independencia y proclamas de 'Fuera, fuera fuera, la justicia española'.
Puigdemont ha advertido de que si Forcadell es inhabilitada «seguirá siendo la presidenta del Parlament», mientras el expresidente Artur Mas ha enviado un mensaje al Estado: «Esto no para, esto va para adelante» y que actos como el de hoy «dan más fuelle a la causa soberenista». Rufián ha dicho que el proceso en Cataluña «tiene sólo un eje: democracia sí o democracia no» y ha defendido que la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, «respetó un mandato», por lo que «merece una reflexión» que comparezca hoy en un tribunal. El portavoz adjunto de ERC ha destacado que con el acto de hoy «no se trata de intimidar a nadie» sino de «defender la democracia» y de dejar claro que «esto no se soluciona en un juzgado».
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también se ha solidarizado con Forcadell y ha puesto en cuestión la voluntad de «diálogo» del Estado con las instituciones catalanas. «¿Cómo puede hablar el Estado de diálogo mientras judicializa un debate democrático? Todo mi apoyo a Carme Forcadell», ha afirmado en Twitter.
El vicepresidente del Congreso y diputado de Ciudadanos, Ignacio Prendes, ha criticado el séquito de apoyo a Forcadell: «Me parecen un espectáculo las imágenes de Puigdemont, Mas y los consellers arropando a Forcadell para declarar. Hace mucho tiempo que el Govern se ha olvidado de los problemas reales de los catalanes».
Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, ha afirmado que no le gustan las grandes manifestaciones a las puertas de los tribunales cuando un líder político va a declarar porque le parece «poco respetuoso con la independencia judicial». «No me gusta en general esta práctica que es habitual últimamente de grandes manifestaciones a las puertas de los tribunales cuando una persona o un líder político va a declarar. No me gusta esa imagen», ha destacado el socialista.
Samuel Jiménez | AGENCIAS