La desaparición de los restos de una de las comunidades más importantes de mudéjares en el Reino de Castilla centra un documental dirigido por el periodista José Ramón Rebollada. La cinta relata los avatares políticos y económicos que destruyeron la maqbara de Ávila, un cementerio musulmán medieval que es considerado el más grande de Europa.
El descubrimiento del cementerio fue “una mera casualidad”, asegura Rebollada. “En 1999, el Ayuntamiento de Ávila aprobó un nuevo Plan General de Ordenación Urbana que recalificó como urbanizable esos terrenos y una empresa constructora los adquirió para construir una urbanización. Cuando comenzaron las obras, se percataron de que había restos de valor arqueológico”, explica el director del documental.
En ese momento se constató que los restos se trataban de la maqbara de la capital abulense, que había permanecido intacta desde 1502. Se exhumaron entonces un total de 3.171 cadáveres de esta necrópolis, que destaca por ser la única conservada en su totalidad en todo el territorio español.
Desde la aparición del cementerio, los especialistas y estudiosos sobre el tema “defendieron el estudio y la conservación de la maqbara”, afirma Rebollada, pero el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León optaron por “excavarlo, documentarlo, estudiarlo y posteriormente permitir la urbanización, que es lo que sucedió finalmente”.
Un parking, edificios y chalets y un supermercado Mercadona ocupan ahora el suelo donde se encontraba el cementerio.
El motivo de esta situación no está claro, según explica el propio director del documental. Uno de los entrevistados dice que “la actitud política fue desde el primer momento “memoricida”, ya que asegura que «intencionadamente se trató de matar la memoria de la presencia de la cultura musulmana en una ciudad cristiana como Ávila”. Por otro lado, los intereses económicos de la empresa constructora pudieron ser los alicientes necesarios para el fin de este patrimonio histórico.
“Poco a poco me vi dando cuenta que la historia, según mi criterio, merecía ser contada”, relata Rebollada. El documental tenía previsto estrenarse este viernes en el Centro de Congresos de Ávila, y para su financiación se ha apoyado en pequeñas donaciones anónimas, gracias a las que se han recaudado casi 4.700 euros. «Hemos contactado con todos los protagonistas, pero la mayoría de los técnicos y políticos que se declararon a favor de destruir la maqbara no quisieron dar la cara», denuncia el director.