No son grandes amigos; pero saben unirse ante la adversidad. Si algo tienen en común Esperanza Aguirre y José María Aznar, además de enemigo (Mariano Rajoy), es una forma similar de entender la política y a su propio partido. Los dos se han enfrentado al actual jefe en Génova y presidente del Gobierno; y los dos han mostrado su disconformidad con las medidas tomadas por el Ejecutivo de Rajoy. Las subidas de impuestos, su inmovilismo respecto al desafío soberanista de Cataluña y sus decisiones adoptadas en materia antiterrorista -como fue el hecho de liberar a Bolinaga o acatar la anulación de la ‘doctrina Parot’- son algunas de las cuestiones más polémicas en las que Aguirre y Aznar se han encontrado enfrente de Rajoy.
Hace meses, cuando Aznar amenazó con su vuelta a la política, ESTRELLA DIGITAL ya avanzó que la intención del expresidente del Gobierno en absoluto era esa, sino que existía un tapado, una especie de «mirlo blanco» al que Aznar tenía pensado apadrinar para arrebatarle el poder a Rajoy. Entonces, las fuentes consultadas preferían no barajar nombres concretos, pero en el campo de la rumorología el de Esperanza Aguirre era uno de los que con más fuerza sonaba. Hace ya más de un año que Aguirre abandonó la presidencia de la Comunidad de Madrid, pero nunca se retiró realmente de la vida pública. No dejó la presidencia del PP de Madrid y su empeño por mantenerse en el punto de mira cada vez es más evidente. Su estrategia: hacer oposición a Rajoy. Y para ello cuenta con el que a todas luces es uno de sus máximos aliados, José María Aznar. Ambos ya encabezaron un frente común en aquel famoso Congreso del PP celebrado en Valencia en 2008 para deshacerse de Rajoy, pero no lo lograron. Durante las pasadas elecciones generales -cuando el PP logró una mayoría absoluta histórica- parecía que las aguas habían vuelto a su cauce. Aunque no hicieron falta muchos meses para que el ‘ala dura’ de los ‘populares’ se revolviera y comenzara a atacar de nuevo.
Este jueves, sin embargo, esta alianza vuelve a ser protagonista. Esperanza Aguirre ya ha dejado claro que no va a aceptar órdenes de nadie, y menos aún de Rajoy. Una muestra evidente de ello fue su desmarque con las víctimas del terrorismo, cuando decidió por libre que el PP de Madrid estaría representado por ella misma en la manifestación del 27O en la que entre otras muchas cosas se protestaba contra la decisión del Gobierno ‘popular’ de aceptar la sentencia de Estrasburgo que suponía la anulación de la ‘doctrina Parot’. Y otra nueva muestra de ello es la protagonizada este jueves en el hotel Intercontinental, donde ha asistido a la presentación del segundo volumen de memorias del actual presidente de FAES, y donde ha compartido plano no sólo con Aznar, sino con muchos rostros especialmente conocidos por su animadversión también a la gestión del actual Gobierno y del actual Partido Popular. Jaime Mayor Oreja, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Josep Piqué, Isabel Tocino y José María Michavila han sido algunos de los miembros del Ejecutivo de Aznar que ha querido acompañar al ‘jefe’ en la presentación de El compromiso del poder.
Cita en la que sin embargo también se han podido apreciar clamorosas ausencias, tal y como ya había anunciado este diario. No ha estado Mariano Rajoy -que sí acudió hace un año a la presentación de la primera parte-, tampoco ha estado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que no tenía nada previsto en la agenda oficial y que sin embargo sí acompañó a Aznar el pasado 10 de junio en su intervención en Club Siglo XXI, y ningún ministro del actual Ejecutivo ‘popular’. Así como tampoco ha hecho acto de presencia ningún miembro de la cúpula directiva del PP, ni la secretaria general, María Dolores de Cospedal -pese a estar en Madrid-, ni ninguno de los tres vicesecretarios, Javier Arenas, Carlos Floriano o Esteban González Pons. Como máximo representante del Gobierno, Rajoy ha vuelto a tirar del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, que ya le tocó también hace unos meses representar al Ejecutivo en la presentación que hizo en el Congreso Aznar de la colección Biografías Políticas impulsada por FAES, cuando la famosa entrevista del expresidente en Antena 3 aún estaba muy caliente.
Las relaciones entre la actual dirección de Génova y el llamado ‘ala dura’ no pueden ser más frías. El distanciamiento cada vez es mayor. Y está claro que la publicación de memorias como las que este jueves se presentaban en Madrid no ayudan mucho en su normalización. En el primer tomo, Aznar ya desveló que Rajoy no fue su primea opción para sucederle y que era «el menos amigo» de todos los que tenía en mente. Pero en este segundo el desprecio por Rajoy se recrudece aún más. Ya no sólo porque apenas le menciona, sino porque además le culpa directamente de la derrota de 2004. El máximo dirigente de FAES critica el «bajo» tono de la campaña electoral y asegura -por si alguien piensa que su participación en la guerra de Irak, por ejemplo, tuvo algo que ver- que él antes de los atentados del 11 de marzo, ya pensó que el PP «perdía gas», que las cosas no iban «bien» y que se podía «hacer más».
Así pues, y como no podía ser de otra forma, el Gobierno al completo se ha negado a apoyar al que por el momento sigue siendo el presidente de Honor del PP. Gesto que en absoluto ha hecho a Aznar perder su sonrisa. Todo lo contrario. Para acompañarle ya estaban los habituales. Su esposa Ana Botella, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz; el director general de la Policía, Ignacio Cosido; los diputados Teófilo de Luis, Ignacio Astarloa, Cayetana Álvarez de Toledo y Gabriel Elorriaga; el senador y expresidente de Castilla y León, Juan José Lucas; el vicepresidente del Parlamento europeo, Alejo Vidal Quadras; y a la que ahora califica en público como una «gran dirigente», Esperanza Aguirre.