Con el frío que hace en la calle y la cercanía de la Navidad, un dulce es lo que más apetece. Por eso, en la popular plaza de la Red de San Luis, donde se cruzan la calle Montera y la Gran Vía, se han colocado unos pequeños puestos en donde los viandantes encontrarán toda clase de dulces hechos por las monjas de clausura.
Se trata de una exposición con los dulces típicos de Navidad, eso sí, hechos por las monjas de clausura. La iniciativa es de la Fundación Amplexus, y el objetivo de estos tenderetes es colaborar con los religiosos y religiosas de clausura de la capital.
En un principio, podemos ver dulces que representan los monasterios de Madrid, y se acompañan de productos de otros monasterios de España. Son completamente artesanales y están hechos de ingredientes naturales. Y además, están bendecidos. Tienen un punto de venta online, donde cualquiera puede entrar y pedir estos postres tan demandados, pero que por lejanía es difícil adquirirlos.
De esta forma, podemos encontrar mermeladas, quesos, mazapanes en forma de fruta o cualquier dulce típico de Navidad. Todo con una pinta estupenda.
Diabéticos y celíacos, algo olvidados
Recorriendo los distintos puestos, podemos encontrar desde mermeladas y quesos, hasta turrones y mazapanes. Pero lo que ha quedado un poco al margen son los productos dirigidos a los diabéticos y celíacos. Mercedes Irigoyen, jefa de colaboraciones de la Fundación Amplexus, ha explicado a ESTRELLA DIGITAL, que «hay ciertos monasterios que tienen dulces sin azúcar», y que podremos encontrarlos a lo largo de la semana. Sin embargo, los celíacos están de mala suerte porque apenas encontrarán productos que puedan comer.
Voluntarios en el Día Mundial del Voluntariado
Este 5 de diciembre, se celebra el Día Mundial del Voluntariado, un día en el que hay que reflexionar acerca del papel que juegan en todo tipo de organizaciones sin ánimo de lucro, como Cruz Roja o diversas ONG.
La Fundación Amplexus también ha querido hacer hincapié en ello, y todos los que atienden como dependientes, en esta exposición, son voluntarios. En palabras de Irigoyen, «son personas que han querido dedicar su tiempo, su esfuerzo y su trabajo para ayudar a los religiosos de clausura que necesitan los ingresos», y ha recalcado que «sin voluntarios sería mucho más difícil montar y organizar este tipo de actos».
Glady de la Cruz