Inés Sabanés es una política española que militó en IU desde su fundación hasta su reciente retirada a mediados de este año. Ahora participa en el proyecto ecosocialista Equo.
Sabanés ha compartido unos minutos con ESTRELLA DIGITAL y nos ha hablado sobre sus expectativas de futuro y su opinión sobre la situación actual del país.
¿Qué le atrajo de la política?
Se trata de un instinto, una especie de atracción o vinculación a luchar por lo que a mi me parecían causas justas. Una forma de cambiar el mundo y de transformar cosas. Nunca ha dejado de atraerme la política, pero otra cosa es que podamos ser críticos con las formas, las instituciones o el desarrollo de la democracia. Pero el luchar por lo que crees y por intentar mejorar las cosas, es una causa muy noble.
La vida política, ¿Qué significado tiene para usted?
La política es todo. Todo en esta vida tiene que ver con la política. La política es pelearse en un barrio, es la forma de estructurar los impuestos, relaciones internacionales, es una forma de convivencia, de lucha, de acuerdo y de intervención. Es la base del funcionamiento de un país.
¿Qué opina de la situación actual y qué cree que la ha provocado?
Hay una crisis económica que está afectando a los sectores más vulnerables y que produce una situación de incertidumbre y de dramatismo en muchas familias afectadas por el paro.
En el mundo globalizado en el que vivimos, esta crisis tiene origen en la debilidad de los gobiernos y de la defensa del interés público frente a la defensa de los mercados y de los sistemas financieros descontrolados y especulativos. Además, nuestro país se ve más afectado por el modelo económico y político que hemos practicado que es débil y muy dependiente de la construcción. Todo esto hace que la salida de la crisis para España sea más complicada. La opción de restringir derechos y ayudas hace que la situación para la población se agrave aún más.
¿Qué opinión le merece el movimiento 15M?
A mi me parece una llamada de atención que indica dos cuestiones esenciales y básicas. Que los Gobiernos, las instituciones y la política, no están siendo capaces de resolver los problemas de la mayoría de la gente y que por tanto las hipotecas y los chantajes de los mercados tienen que recibir una respuesta democrática en la calle. Los que está pidiendo la población es que los políticos se preocupes de las necesidades y problemas ciudadanos.
¿Cree que este movimiento supondrá algún cambio real en la política española?
Ya lo está suponiendo. Ya emergen algunas medidas aún tímidas que tienen que ver con la transparencia, compromisos con reformas de las instituciones y la posibilidad de dar cuentas de las actividades parlamentarias. Es un comienzo.
La voz de los ciudadanos debe ser algo más que votar cada cuatro años. Está habiendo un debate abierto y muy serio que creo que tendrá trascendencia en la política y en la sociedad. La gente ha tomado la calle para expresar sin filtros la injusticia que sufren y que los poderes públicos deben arreglar.
¿Lo hacen de la forma correcta?
Si. Cuando se cuestiona que debatir en la calle en la jornada de reflexión afecta a las elecciones, se está haciendo una lectura inversa del mismo objetivo de la democracia y por supuesto de la reflexión. Hay unos derechos constitucionales que los poderes públicos interpretan para restringir capacidad a la ciudadanía y eso es un elemento de perturbación democrática.
¿Qué opina de las declaraciones de Zapatero en las que dijo que las ideas de izquierdas no sirven para salir de la crisis?
Lo que sirve para salir de la crisis es la equidad, la potencia y la fuerza de los gobiernos y las instituciones frente a los chantajes de los mercados. Nuestro modelo de derechos, que nos ha costado conseguir, no puede ser atacado por turbulencias especulativas de los mercados y de los sistemas financieros que están en el propio origen de la crisis.
Por tanto explicaciones de aquellos que vienen al encuentro y a los que había que controlar, son profundamente negativas. Ponerse de acuerdo con expertos que llevan fallando mucho tiempo, no es lo más acertado.
Las declaraciones de Zapatero son por un lado, tecnocráticas y por otro lado no dirigidas a las necesidades de la gente sino dirigidas a los chantajes y exigencias de sistemas que son parte de la crisis.
Cree que es correcto unir salario y productividad?
Es una forma de insistir en una obsesión que pretende poner el salario como parte del problema cuando no lo es. Estamos hablando de salarios precarios y unirlo a la productividad sería por un exceso en lo pagado y no al revés.
Los poderes públicos deben ser capaces de impulsar un modelo de desarrollo económico y productivo capaz de innovar y no confiar en la especulación. Tenemos una gran capacidad en factor humano y eso hay que impulsarlo, así tendremos un sistema más estable.
¿Por qué decidió abandonar Izquierda Unida?
Se ha ido produciendo una distancia progresiva desde los momentos en los que se empieza a trabajar en la primera IU y el proyecto actual. En realidad he cruzado una puerta que casi estaba abierta.
¿Ha pensado alguna vez en formar un partido propio?
Yo me he incorporado a proyecto Equo, que es un movimiento con vocación “rojiverde”, al que me incorporo como una mujer de izquierdas con todo lo que ello supone. Pero estoy más por colaborar que por liderar estoy obsesionada con que la gente que ha tenido una misión en el 15M llegue a asumir movimientos de cambios. Queremos hacer un movimiento diferente en la izquierda. Me gustaría preparar ese camino.
Itziar de la Fuente