A la hora prevista, a las 19.30 horas, alrededor de 2.000 personas se han reunido en la Plaza de Tirso de Molina para arrancar lo que, parecía, iba a ser una manifestación tranquila y normal, ya que contaban con todos los permisos. Tras pasar por la Plaza de Jacinto Benavente con carteles con mensajes como «Papa okupa viola bolsillos y conciencias» y «¡Estado laico!» han llegado a Sol alrededor de las 20.30 horas. A partir de aquí, la manifestación ha dejado de transcurrir con normalidad para convertirse en un enfrentamiento verbal entre peregrinos y laicos y, como consecuencia, en una marcha algo caótica y dispersa.
Cientos de manifestantes y decenas de participantes de la JMJ se han increpado mutuamente con frases como «Hemos venido pagando el autobús» y «Vuestro Papa es un nazi» frente a otras como «Soy adicto al Papa Benedicto» y «Viva el Papa». Y, en medio, unos 30 policías que no se esperaban lo ocurrido y, por eso, alguno se imaginaba lo peor y se lo comentaba a sus compañeros, tal y como ha podido escuchar Estrella Digital: “Al final va a haber hostias”.
Tras una hora detenidos en la céntrica plaza madrileña, la marcha ha continuado por la calle Alcalá, encabezada en esta ocasión por un ‘Papamóvil’ muy peculiar. Dos manifestantes -él vestido de Benedicto XVI y ella de monja- han hecho el recorrido a lomos de un carro blanco similar al que utiliza el Pontífice en sus desfiles oficiales por las calles del mundo.
A estas alturas del recorrido, la manifestación ya se hallaba bastante dispersa. Una parte importante seguía en Sol, donde los enfrentamientos entre los peregrinos y los laicos no han cesado. Insultos y gestos obscenos han sido una máxima para ambos bandos. “Esa mochila la he pagado yo”, gritaban los manifestantes, indignados con el escandaloso gasto público que se ha hecho en esta visita del Papa a Madrid.
Por su parte, los organizadores de la marcha -bien identificados con su chaleco verde y su acreditación- han insistido a sus compañeros de lucha en proseguir con el recorrido -que cada ve se veía más caótico- y en olvidarse del Papa. No obstante, la batalla se veía imposible de sofocar. Cuando parecía que un grupo importante de laicos lograban dejar atrás la Puerta del Sol y continuar hacia su destino final, todo se ha truncado. De nuevo los peregrinos estaban esperándoles a la altura de la calle Sevilla y otro importante dispositivo policial se ha desplegado para evitar altercados. Al grito de «esa mani es ilegal», los manifestantes han expresado su repulsa por la presencia de simpatizantes del Papa en el recorrido.
Ocho detenidos y dos heridos en Sol
Mientras una parte de la marcha intentaba avanzar hacia Tirso, otro grupo de laicos permanecían en las inmediaciones a Sol. Allí, al rededor de las 21.00 h. de la noche y tras lograr burlar el cordón policial, un grupo de exaltados la ha emprendido a golpes y patadas contra una veintena de católicos que permanecía allí. Posteriormente han lanzado objetos también a las fuerzas policiales.
Esta actuación finalmente ha sido sofocada por las Fuerzas de Seguridad del Estado a través de una fuerte carga policial, que acabó con ocho detenidos, cinco hombres y tres mujeres, y 11 heridos, tres de ellos agentes.
Las ocho personas detenidas en la marcha laica se han negado este jueves a prestar declaración en dependencias policiales, por lo que viernes pasarán a disposición judicial, según han informado fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Los detenidos son Flavia T., de 56 años; María Belén G.N, de 29 años, Catia P.S., de 37 años; Francisco Javier R.C., de 19; Carlos Sebastián Z.G., de 25; Francisco Javier S.R., de 28; Miguel P.G., 41 años y Jorge L.B, de 26 años.
A Miguel P.G. le constan antecedentes policiales por robo con violencia e intimidación y por hurto y a Jorge L.B. por robo con fuerza y por hurto. El resto carecen de antecedentes. Además, todos son españoles, salvo Carlos Sebastián Z.G., que tiene la nacionalidad chilena.
Asimismo, Flavia T. y María Belén G.N. pertenecen al movimiento 15M, en concreto pertenecen a la comisión de Artes del Barrio de Austrias, han señalado componentes de la Asamblea de ‘indignados’ de Leganés en un comunicado.
Descontento generalizado con la Policía
A la vez que sucedían los altercados de Sol, dos furgones policiales han llegado a la calle Sevilla y han conseguido dispersar la manifestación legalmente convocada. A partir de este punto ya ha sido imposible volver a recomponerla. Una parte se ha quedado bloqueda en la Puerta del Sol y otros tantos han intentado avanzar hasta Tirso de Molina, el destino final.
El descontento general de los manifestantes con la Policía ha sido más que evidente. Uno de los organizadores contaba a Estrella Digital que el dispositivo policial no había sido el esperado. «Calles como la de Arlaba, entre otras muchas, deberían estar cortadas y vigiladas por policías, y sin embargo no ha sido así», decía el manifestante.
Al grito de «nos habéis reventado la manifestación» marchaban los pocos que habían logrado escapar del bloqueo que se había producido en Sol. Finalmente, a paso lento y muy dispersos, han conseguido llegar a Tirso de Molina, y media hora más tarde de lo que estaba previsto han conseguido leer su manifiesto.
Lectura del manifiesto
Las asociaciones Europa Laica, ateos y librepensadores de Madrid (Amal) y Redes Cristianas, en completo desacuerdo con la ayuda institucional prestada a la Jornada Mundial de la Juventud, decidieron hace unos meses convocar una marcha paralela a los actos religiosos organizados con motivo de la llegada a la capital española del Pontífice. La protesta, encabezada por la pancarta bajo el lema ‘De mis impuestos, al Papa cero’, ha sido apoyada por más de un centenar de organizaciones.
A los organizadores no les importan las críticas. Sólo han querido ejercer su derecho a manifestarse contra un acto que consideran discriminatorio y abusivo. En su manifiesto, los firmantes rechazan que en un Estado democrático se «mezclen» las instituciones que representan a todos los ciudadanos «con eventos que sólo conciernen a una parte». Consideran que la JMJ, «independientemente de su dimensión, es un acto que no deja de tener carácter privado».
«A ello hay que añadir la aportación tanto del Gobierno central como del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid sufragando otros gastos con la cesión gratuita de numerosos servicios públicos -personal funcionario, visados, transportes, fuerzas de seguridad, utilización de espacios públicos como polideportivos, colegios e institutos-«, critican los convocantes.
Por su parte, el director financiero de la JMJ, Fernando Giménez Barriocanal, ha asegurado a varias agencias que la Jornada de Madrid no costará «ni un euro» al contribuyente español al tiempo que supondrá una inyección de al menos cien millones de euros para España.
En este sentido, explicó que «ni uno de los euros» que se utilicen para financiar el coste de la JMJ -que este martes se ha estimado entre 55 y 62 millones de euros- provendrá de las arcas públicas y que el 30% será financiado por las empresas colaboradoras, «que han contribuido con unos 15 millones de euros» y un 70% por los peregrinos.
Elsa Sardina/Helena Burgos