Los mercados mundiales viven una tensión extrema a la espera de que Japón, la tercera economía del planeta, pueda contabilizar el alcance real de los daños producidos por el terremoto y comenzar su difícil reconstrucción. Sin embargo, la situación en la central nuclear de Fukushima mantiene bloqueada cualquier maniobra. En esta entrevista concedida a Estrella Digital, el investigador principal del Real Instituto Elcano, Pablo Bustelo, afirma que la grave crisis japonesa no ralentizará la lenta recuperación financiera del planeta ni afectará excesivamente a España.
Se ha calculado que los daños producidos por el terremoto pueden suponer un 4% del PIB de Japón. ¿Cómo puede afectar este impacto a una situación de crisis económica global?
Incluso si se produce una recesión en 2011 en Japón, el impacto global será pequeño. De hecho, Japón lleva casi 20 años en crisis sin que eso haya afectado especialmente a la economía mundial. La razón es que este país supone menos del 10% del producto mundial. Y ha sido responsable de menos del 5% del incremento de ese producto durante los últimos cinco años.
Algunos analistas han llegado a insinuar que este desastre puede resultar incluso positivo para la economía japonesa, como sucedió tras el terremoto de 1995. ¿Podría volver a repetirse?
En este terremoto, a diferencia del de Kobe, ha habido un gran tsunami y una gravísima alerta nuclear, además de muchas más víctimas. En 1995, el PIB creció el 1,8% (y 2,6% en 1996). En 2011, es muy posible que haya una tasa negativa de hasta el 1%. La recuperación tendrá que esperar a 2012.
Las plantas de electrónica y automoción japonesas juegan un destacado papel en España. ¿Se resentirán por la falta de suministros? ¿Se debilitará más la economía española?
Los efectos del terremoto sobre las plantas japonesas que están en España, así como sobre otras fábricas que utilizan componentes importados desde Japón, serán transitorios y no tendrán consecuencias apreciables para la economía española.
Otros sectores, como el turístico, el conservero e incluso el pesquero, tampoco han disimulado su preocupación. ¿Hay razones para la inquietud? Es posible que el turismo japonés en España se vea afectado, pero se trata de un segmento pequeño (unas 250.000 visitas, aunque de gran poder adquisitivo). Pero el presumible descenso se verá contrarrestado por la mayor afluencia de turistas europeos debido a las revueltas en los países árabes. Respecto a los sectores conservero y pesquero, puede darse una mayor demanda japonesa mientras allí reconstruyen los puertos, las fábricas y las flotas.
Japón apenas representa el 0,8% de las exportaciones españolas y el 1,5% de las importaciones. ¿Cree que aumentarán las exportaciones españolas o que se reducirá la importación española de productos procedentes de Japón?
Es pronto para saberlo, pero no creo que aumenten las exportaciones españolas en 2011 tanto como aumentaron en 2010 (17,3%). Salvo que haya más daños de los previstos en algunas fábricas y puertos, creo que las importaciones desde Japón seguirán aumentando al ritmo anterior.
La incertidumbre nuclear no termina de disiparse en Japón. ¿Qué efectos a corto y medio plazo puede tener este hecho sobre la reconstrucción económica del país?
La incertidumbre nuclear no termina de disiparse en Japón. ¿Qué efectos a corto y medio plazo puede tener este hecho sobre la reconstrucción económica del país?
La incertidumbre sobre la crisis nuclear es mala para la confianza de los consumidores e inversores. Además, concentra la atención del Gobierno, que, en caso contrario, ya estaría puesta en la reconstrucción económica. Pero como es de esperar que la crisis nuclear se resuelva en unas pocas semanas, no creo que haya un impacto significativo en las exportaciones.
La situación de Fukushima provocará un un consecuente incremento de la dependencia del gas y del petróleo pero, ¿cómo incidirá en los precios del mercados?
Se cree que el 20% de la capacidad nuclear estará fuera de juego a corto plazo, lo que hará aumentar las importaciones, sobre todo, de carbón y, en menor medida, de petróleo y de gas natural. Creo que puede haber un incremento de los precios en el carbón exportado por países cercanos a Japón, como Indonesia y Australia. No creo que haya efectos significativos, a medio plazo, sobre los precios del petróleo y del gas.