- Los expertos consideran que es un problema a corto plazo, aunque dará sus frutos positivos al regreso de los que ahora emigran
- Un estudio detecta que el paro apenas tiene incidencia entre los empleados con mayor cualificación universitaria
Los ingenieros, técnicos e informáticos que han decidido emigrar a otros países del entorno lo hacen buscando mejores condiciones laborales, un salario mayor, más opciones de promoción, horarios ajustados y aprender un idioma. Cada vez más, estos criterios se imponen a los de la mejor calidad de vida y comodidad que encuentran en las empresas españolas. Esto puede suponer una desventaja a corto plazo, que afecte a la recuperación económica, aunque a la larga, según los expertos, tendrá sus consecuencias positivas para el desarrollo del país.
En estos sectores, sobre todo en el de la informática, el paro no es un problema tan grande como lo está siendo en la construcción. “Los ingenieros informáticos son los profesionales más demandados en España, sobre todo desde el boom de internet y las redes sociales”, explica a Estrella Digital Marta López-Tappero, responsable del departamento de Movilidad Internacional de Adecco. No obstante, estos trabajadores están comenzando a emigrar a otros países porque “consiguen mejores retribuciones y perspectivas fuera de España”. Así pues, el paro no es la causa principal, ya que incluso pronostica que en los próximos años “la mayoría de la demanda de empleo en España va a continuar en ese sector”.
En esa situación, la emigración a países europeos como Alemania de los ingenieros e informáticos puede suponer un desperdicio de recursos en los que el Estado ha invertido durante el periodo formativo. Según López-Tappero, “a corto plazo, la emigración de trabajadores cualificados es negativa, porque no valoramos lo que tenemos”. Una queja que comparten los propios trabajadores, atraídos por los cantos de la sirena Merkel gracias a las mejores condiciones generales para el empleado, así como por el hecho de aprender una lengua nueva y vivir una experiencia enriquecedora.
Marta López-Tappero considera que a la larga se verán los beneficios de esta fuga de cerebros. “Somos el único país de Europa que no tenía esta experiencia cosmopolita. Es algo que tenía que suceder en algún momento”, recuerda. Las ventajas consisten en que, a su regreso, vuelven “mejor preparados, con conocimientos de idiomas”, lo que para las empresas supone conseguir unos recursos humanos de más calidad.
El paro apenas afecta a los empleados con títulos de posgrado
En este sentido, alta formación y empleo van de la mano. Un estudio sobre La Empleabilidad de la Población Cualificada, elaborado por la EAE Business School, advierte de la menor tasa de paro entre trabajadores con títulos de posgrado, comparados con los que solo tienen título universitario. En esta investigación destacan que “en algunos sectores contar con un posgrado es casi una garantía de acceso al puesto de trabajo” en época de bonanza económica. Y aunque la crisis también les afecta, lo hace de manera anecdótica: “El mercado laboral no destruye empleo entre la población con posgrado y es capaz de absorber prácticamente la totalidad de los nuevos activos (más del 95%)”.
El estudio también destaca que, según la mayoría de expertos, “es ese carácter especializado, práctico y aplicado de sus conocimientos lo que hace más deseables y valorados a los titulados de máster y posgrado” por parte de las empresas. Y estos conocimientos especializados y aplicados se ven aumentados tras la experiencia profesional en países extranjeros. Por ejemplo, la media europea de población activa que participa en programas de formación es del 42%. En España, esta cifra se queda en el 35,6%. Si se realiza el cálculo solo entre directivos de empresas, la media sube hasta el 49,2%. Aun así, un nivel bajo comparado con el 90% de Suecia.
Las últimas previsiones avisan de una tasa de desempleo creciendo durante 2011, para comenzar la recuperación el próximo año. Al mismo tiempo, se necesitan médicos, ingenieros y otros especialistas en Comunidades Autónomas como Madrid, Cataluña o Baleares. Pero quienes podrían ocupar esas plazas están optando por vivir una experiencia profesional en el extranjero. Si vuelven, la sociedad se verá beneficiada por los conocimientos adquiridos fuera. Y según los expertos, una mayor formación garantiza mejores perspectivas laborales. En este sentido, el papel del sistema educativo universitario parece más importante que nunca.