El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tachó este sábado a Mariano Rajoy de «perdedor nato», y frente a su acusación de que los presupuestos del Estado para 2011 son «deprimentes», subrayó que lo deprimente para el líder del PP es que va a haber presupuestos. Zapatero respondió así a las críticas de Rajoy en su intervención en el acto organizado por el PSOE en Sevilla en apoyo de los candidatos del partido para las elecciones municipales en Andalucía, en el cual hizo una encendida defensa de la política social que ha desarrollado su Ejecutivo.
«Rajoy decía que los presupuestos generales del Estado son deprimentes; pero no, lo que es deprimente para Rajoy es que va a haber presupuestos, porque lo que quería es que no los hubiera», subrayó. El jefe del Ejecutivo se refirió a Rajoy y al presidente del PP andaluz, Javier Arenas, para considerar que son dos «perdedores natos» y para augurar que volverán a perder en sus próximas citas electorales.
Tras lamentar que ambos estén siempre dirigiendo descalificaciones a los socialistas, sonsideró que los presupuestos de 2011 son los más decisivos y necesarios para la economía española y destacó la apuesta que siguen haciendo por las políticas sociales. Así, recordó la importancia de las partidas destinadas a becas, sanidad, investigación, cobertura de los desempleados y lucha contra el paro, pensiones y dependencia.
En esa línea, recordó que fueron los socialistas quienes pusieron en pie el sistema de pensiones y los que hicieron las reformas necesarias para garantizarlas en el futuro. Por ello, calificó de «desvergüenza» que no admite «bajo ningún concepto» que en el PP haya críticas sobre esas prestaciones «cuando estuvieron ocho años en el Gobierno y no subieron nada las pensiones mínimas».
Respeto a los sindicatos y huelga general
Zapatero aprovechó para reiterar su respeto por los sindicatos y por el derecho a la huelga, momento en el que puntualizó que, frente a lo que hace el PP, nunca saldrá de los socialistas un ataque a estos agentes sociales aunque no estén de acuerdo con ellos.
Consideró necesaria la austeridad que defiende y se mostró convencido de que se superará la crisis y, cuando eso ocurra, mientras en el PSOE habrá satisfacción por el trabajo hecho pese a los sufrimientos, en el PP no podrán decir que echaron una mano. En ese contexto, aseguró entender el malestar de muchos trabajadores que han visto recortados sus sueldos, pero insistió en que las medidas adoptadas eran necesarias y garantizó que el rumbo del país no se va a interrumpir «aunque a algunos les gustaría».
Zapatero pidió a los dirigentes y militantes socialistas que expliquen las reformas realizadas y sentenció que el PSOE es el partido de los andaluces y de los que más ayuda necesitan.
Para Zapatero, sólo un «milagro», que vaticinó que no va a ocurrir, podría permitir que el PP venciera en Andalucía, y explicó que ni Arenas ni nadie del PP tiene legitimidad para criticar una supuesta falta de inversión del Estado en esta Comunidad porque es la que cuenta con mayor inversión, «hasta el doble de lo que invirtió el PP en esta tierra», puntualizó.
Zapatero elogió la contribución de Andalucía a un proyecto político nacional que garantizó la convivencia, la relación entre las Comunidades Autónomas y la defensa de las distintas lenguas.
«Sumar y unir»
También aseguró que el PSOE «siempre ha estado trabajando para sumar y para unir» y lamentó que, frente a ello, el PP no haya contribuido a la modernización del país porque siempre «ha huido y no ha dado la cara».
«Han intentado siempre ganar con defectos de los demás o con problemas objetivos de una situación», les reprochó.
En el acto -al que asistió la ministra de Igualdad, Bibiana Aído- intervino también José Antonio Griñán.
El presidente andaluz reprochó al PP que sea incapaz de jugar limpio, que desee que todo vaya mal «para encontrar una oportunidad sobre los escombros» y que haya «querido usar la huelga para cargarse a los sindicatos».