El activo del balance subió 1.004 millones de euros, el 10%, hasta alcanzar 11.408 millones, aunque la inversión crediticia se redujo un 1%, debido a la menor demanda de crédito, para llegar a un importe de 8.543 millones.
En estos 12 meses se formalizaron operaciones de riesgo crediticio por importe de 2.878 millones de euros.
El margen de intereses alcanzó un importe de 213 millones de euros, lo que supone un descenso del 4% respecto al año anterior, debido, principalmente, al pronunciado descenso de los tipos de interés.
Las comisiones descendieron un 15% debido a la menor operatoria de los clientes en la adversa coyuntura económica, y los gastos de explotación disminuyeron un 3%, especialmente los generales, en un proceso de optimización de la estructura de costes.
La solvencia de la entidad también se ha mantenido entre las más elevadas del sector con unos recursos propios que se situaron al final del ejercicio en 1.030 millones de euros, lo que supone una ratio de solvencia del 12,52 % frente al 8 % exigible, señala la CAI.
El coeficiente sobre recursos propios básicos alcanzó el 8,49 %, superior a la media del sector y la liquidez, medida como los activos líquidos movilizables sobre balance, se situó en el 13 %, por un importe de 1.516 millones de euros.
La ratio de créditos dudosos se situó en el 4,76 %, inferior a la media de las cajas de ahorros, y la cobertura de dudosos en el 53 %.
La solidez de Caja Inmaculada fue ratificada en octubre por la agencia internacional de calificación Fitch, que confirmó la buena clasificación de Caja Inmaculada de largo plazo en «A», de corto plazo en «F1» y de apoyo institucional en «3», basados en sus buenos niveles de liquidez y su sólido capital.
A diciembre de 2009, el Grupo CAI, que incorpora 88 sociedades a la matriz caja de ahorros, tenía un activo de 11.938 millones de euros, un 9% más que en el ejercicio anterior, y un beneficio atribuido de 10 millones.
CAI dedicó 25,5 millones de euros a Obra Social y colaboró con más de 700 entidades para realizar actividades asistenciales, culturales, de investigación, medioambientales y deportivas, con más de un millón de beneficiarios en Aragón.
La Obra Social contará en 2010 con un presupuesto de 18,7 millones, de los que 9 proceden del 50 % del resultado del ejercicio 2009.
En los últimos diez años CAI ha destinado a este concepto 170 millones y su aportación, en términos relativos sobre los activos medios, ha sido «muy superior» a la media del sector.
Para 2010, la caja estima una leve mejoría de la economía española en la última parte del año, aunque se prevé que el sector financiero en su conjunto vuelva a presentar descensos importantes en los beneficios obtenidos en la actividad de intermediación crediticia.
La situación de CAI es mejor que la media del sector en términos de solvencia, liquidez y coberturas de riesgos, tras las importantes dotaciones realizadas, por lo que el objetivo será continuar reforzando su situación patrimonial, aumentando su eficiencia, diversificando las fuentes de ingresos y controlando los riesgos.
CAI intensificará la concesión de créditos a sus clientes, especialmente a empresas y familias, para atender la demanda de financiación necesaria en esta coyuntura económica.
Para este ejercicio 2010, la Caja tiene como objetivo incrementar su base de clientes, el volumen de negocio y el tamaño de balance.