El Ministro ha pedido a los agentes sociales que «aceleren al máximo» sus negociaciones en la mesa reabierta ayer, miércoles, pues el aplazamiento de la presentación de su informe de reforma laboral, adoptado «para no interferir» en el diálogo social, no puede ser «sine die, por lo que ha fijado la fecha del 5 de febrero.
Los agentes sociales «por unanimidad» han pedido «formalmente» al Gobierno que no debatiera ese informe en el Consejo de Ministros de mañana, ha explicado Corbacho.
Ha añadido que la solicitud es «al efecto de que ellos pudieran acabar un diálogo social bipartito, que lo tienen muy avanzado según sus propias manifestaciones y que creen que en los próximos días podrán concluirlo, para no interferir probablemente en esa negociación bipartita».
El Ministro ha trasladado asimismo que los agentes socioeconómicos consideran que «en la medida en que puedan llegar a un acuerdo bipartito será un gran avance» para «abrir vías de reformas, las que «muchas de ellas pueden y deben ser incorporadas al diálogo social tripartito».
Para argumentar el aplazamiento, el ministro ha dicho: «entendemos que en estos momentos es necesario activar al máximo el diálogo social».
«Del 22 (de enero) al 5 de febrero es el tiempo que a la vez también solicitamos y pedimos desde el Gobierno a los agentes sociales que aceleren al máximo, evidentemente sin que esto se entienda como una presión, pero que en la medida de sus posibilidades aceleren al máximo los trabajos que tengan que hacer, ha agregado el Ministro.
Anteriormente, el secretario general de CCOO explicó que había recibido «llamadas» en las que se le confirmó que el titular de Trabajo, Celestino Corbacho, no llevará mañana al Consejo de Ministros sus propuestas laborales.
«No se puede actuar de forma compulsiva; sería malo que un paquete (de medidas) decidido en Consejo de Ministros interfiriese en negativo sobre la negociación bilateral que mantenemos con las organizaciones empresariales y por eso hemos pedido un espacio de tiempo, dijo Toxo en alusión a las discusiones sobre la negociación colectiva.
En cualquier caso, Toxo admitió que los procesos no se pueden alargar, y por eso expresó su intención de llegar a un acuerdo en la negociación bilateral con los empresarios antes de la segunda quincena de febrero, para así después avanzar en las discusiones tripartitas de ambos con el Gobierno.
El líder de CCOO señaló que hay una «oportunidad para alcanzar un acuerdo importante en materia de negociación colectiva, lo que «crea un marco que favorece dar un paso en otras materias» del mercado laboral, algo que «no fue posible en 2009» pero es necesario y las partes «se lo debemos a la sociedad española».
En cuanto a los asuntos que se tratarán en el diálogo social, Toxo aseguró que en las conversaciones sobre una reforma laboral no se tratará el abaratamiento del despido. «Esa vía está cerrada, dijo el líder de CCOO, quien no obstante admitió que, «desgraciadamente, en España «se ha identificado excesivamente reforma laboral con coste del despido».
Toxo dijo entender que «quien quiera proponerlo lo proponga, pero añadió que ni ve al Gobierno entrar en esa discusión y las organizaciones empresariales «se están pensando algunas de las cuestiones que han planteado hasta ahora».
El secretario general de CCOO insistió en la oportunidad que se presenta con la negociación colectiva para mejorar la competitividad, y recordó que su organización defiende una mayor flexibilidad interna de las empresas, sobre todo, en la organización del trabajo y en las jornadas, para evitar así los despidos.
Por otra parte, Fernández Toxo criticó la propuesta de nuevo contrato del líder del PP, Mariano Rajoy, que en su opinión está «intentando marcar el perímetro a CEOE de por dónde se puede mover».
El PP, apuntó, quiere «escorar la estrategia electoral hacia la economía, el empleo y demás» y que el diálogo social ahora «podría perjudicar determinadas expectativas» del principal partido de la oposición.
A su juicio, «algunos están aprovechando la debilidad en la organización empresarial para que no dé determinados pasos, a pesar de lo cual insistió en que «hay que dar una oportunidad al acuerdo» y que el diálogo social debería tener «el mismo valor que en tiempos de bonanza económica».