De ahí la importancia de un encuentro, a priori fácil para los de Xavi Pascual, pero que cuenta con algunas trampas. El Barça ya sabe lo que es sufrir una derrota inesperada en casa (el MMT Estudiantes lo sorprendió en la séptima jornada de la ACB) o complicarse un encuentro teóricamente cómodo, como el que le enfrentó al Granada el pasado domingo (86-82).
Por eso los azulgranas no se fían de un equipo como el francés, que sólo ha ganado un partido -en casa ante el Zalgiris Kaunas, la cenicienta del grupo- y que ya perdió en su pista ante el Regal Barcelona, en la jornada inaugural de la Euroliga, por un contundente 54-82.
En esta ocasión, los de Pascual acuden a la cita con la plantilla al completo. El base Víctor Sada ya se encuentra totalmente recuperado del esguince de tobillo que le ha tenido las últimas semanas de baja, y Jaka Lakovic volverá, por tanto, a tener un relevo de garantías en la dirección de juego.
La baja del catalán y el pobre rendimiento ofrecido por el estadounidense André Barrett han provocado que Lakovic haya aumentado sensiblemente su ascendencia en el juego del equipo, lo que le ha llevado a recuperar la mejor versión de sí mismo (22 puntos, con 5 de 5 en triples en el último partido europeo ante el Zalgiris).
Toda la plantilla al completo
Junto a Sada también regresa al equipo el pívot australiano David Andersen, ausente en el último duelo ACB por culpa de una inoportuna gripe intestinal y que este miércoles se ha entrenado con total normalidad.
Es el Nancy un bloque atlético, aunque no sobrado de centímetros, que basa todo su juego en la capacidad física de sus jugadores, especialmente bajo los tableros, y en el que destacan principalmente dos hombres, el alero dominicano Ricardo Greer, buen anotador, junto al pívot francés Julian Cyril, máximo reboteador del equipo, y el estadounidense Lamayne Wilson, un ala-pívot muy versátil que aporta muchos puntos y buenos porcentajes de tiro.
Sin embargo, los franceses carecen de recursos ofensivos en el ataque estático y tienen algunas lagunas defensivas, sobre todo, a la hora de cerrar las opciones rivales en el tiro exterior, lo que deberá aprovechar el Barça, un equipo técnicamente muy superior y con un banquillo mucho más profundo, para imponer su ritmo de juego y solventar el encuentro sin excesivos sobresaltos.
Los locales (4-1) ya tienen pie y medio dentro del Top-16, pero aún les falta un último empujón para sellar su clasificación matemática.
Los visitantes, aunque con un balance de 1-4, todavía no están descartados para la siguiente ronda, pues se encuentran a una sola victoria del cuarto clasificado, el Asseco Prokom. Entre estos dos conjuntos y el Zalgiris probablemente estarán los dos descartados para la segunda fase.