viernes, mayo 10, 2024
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«Lo importante es que al final se modifica el 4,4% por una cifra más racional y asequible”

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Este miércoles, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha acudido al Congreso de los Diputados a explicar lo acontecido en el pasado Consejo Europeo del 1 y 2 de marzo. Fue precisamente tras la clausura de esta cumbre, cuando el líder del Ejecutivo español compareció en rueda de prensa y anunció el nuevo objetivo de déficit del 5,8% que se marcaría España para elaborar los próximos Presupuestos Generales del Estado.

En Bruselas, cuando los periodistas preguntamos a Rajoy que qué pensaban el resto de socios europeos sobre que el objetivo de déficit finalmente fuera superior al 4,4% inicialmente pactado; el presidente del Gobierno sentenció: “Yo no tengo que decir nada a nadie, esto es una cuestión soberana, que sólo nosotros decidimos”. Entonces fue cuando España sacó pecho y dijo a la UE: “Aquí estoy yo”. Tras varias jornadas maratonianas de diálogo y de discusión sobre la flexibilización de los objetivos marcados para 2012, Bruselas se mostró inamovible en su estricta postura. No obstante, Rajoy seguía insistiendo en que él quería hacer unos presupuestos “realistas” y que no desmantelaran el estado de bienestar. Fue en este contexto en el que Rajoy tomó la decisión unilateral de marcar el 5,8% como límite.

Una cifra “soberana” que al final sólo nos ha durado 10 días. Este lunes, saltaba la alerta. La UE obligaba al ministro de Economía, Luis de Guindos, a aceptar medio punto menos de déficit (pasar del 5,8% al 5,3%). Un ajuste que en porcentaje puede parecer insignificante, pero que en euros responde a un recorte de 5.000 millones, que se sumará a los 30.000 ya previstos, y que como ya anunció este martes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y este miércoles ha vuelto a reiterar Rajoy, recaerá sobre la Administración Central.

Como no podía ser de otra forma, este miércoles, el presidente del Gobierno ha tenido que justificar ante el Parlamento este vaivén de cifras. Y su explicación no podía ser otra que apelar a su compromiso con Europa y con la austeridad, que según él, son esenciales para volver a generar confianza y crecimiento económico. En este contexto, el presidente del Gobierno ha interpretado la nueva imposición de la UE en clave positiva y ha insistido en que lo “sustancial” de todo este asunto es que se ha admitido la modificación del 4,4% fijado en 2009 y ratificado en 2011, por una cifra más racional y asequible: el 5,3%.

Siguiendo en esta clave positiva, el presidente del Gobierno cree que se ha reconocido la solidez de sus argumentos en Europa, aunque se haya pedido a España “un mayor esfuerzo este año y uno menor para el año que viene”. “Conscientes de que tenemos que mantener, siempre, el máximo nivel de coordinación y consenso con nuestros socios europeos, hemos decidido aceptar este planteamiento”, ha explicado Rajoy en la Cámara Baja.

Y es en este marco de consenso y de coordinación, en el que Rajoy se ha vuelto a comprometer con el cumplimiento estricto de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento firmado en el último Consejo Europeo: mantener la cifra del 3% de déficit para el conjunto de las Administraciones Públicas a finales de 2013. “España cumplirá esa recomendación escrupulosamente, y ello a pesar de la situación de recesión imprevista, en España y en Europa, que la Comisión acaba de constatar”, ha aseverado Rajoy.

El presidente del Gobierno está convencido de que todos los esfuerzos que está haciendo el Ejecutivo español, en disciplina fiscal y reformas estructurales, le valdrán para avalar el programa que tendrá que presentar ante Bruselas en abril. Una convicción que se asienta principalmente en la certeza que tiene Rajoy sobre la “coincidencia” entre las agendas europea y española. “Recogen idénticos objetivos y apuestan por los mismos caminos para alcanzarlos”, ha dicho el presidente, que también ha reconocido que es “difícil pero ineludible”.

El «fetichismo númerico» de Rubalcaba

Por su parte, el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, cree que esta agenda que el Gobierno español se ha marcado es enormemente difícil de cumplir. «No es un camino, es un desfiladero», ha advertido Rubalcaba. Según el secretario general del PSOE, su grupo parlamentario está totalmente de acuerdo con la flexibilización que España le pidió a Bruselas. «Es una petición sensata para no estancar la economía», ha dicho el socialista en su turno de réplica al discurso inicial de Rajoy.

No obstante, Rubalcaba ha asegurado no estar conforme con «las formas en las que el Ejecutivo ha actuado». El socialista ha criticado la referencia a la «soberanía fiscal» que hizo Rajoy para justificar ante la sociedad su cambio en el objetivo de déficit. Y también ha admitido estar muy disgustado con el «fetichismo numérico» que se está produciendo. «Todo este tejemaneje de cifras nos ha llevado a una situación surrealista», ha denunciado el líder de la oposición. Este martes, el Congreso votó sobre papel mojado, puesto que tuvo que aprobar un 5,8% de déficit público, mientras que lo que ya se había firmado en Bruselas era un 5,3%.

Según Rubalcaba, no es razonable que el año que peores previsiones de crecimiento presentan España y la UE, se nos obligue a hacer un ajuste mayor. «No estoy de acuerdo con Europa», ha espetado el socialista, que ha vuelto a exigir al presidente que hable sobre los ajustes y las medidas que va a poner en marcha para cumplirlo. En este contexto, el líder del PSOE ha vuelto a acusar al Gobierno de esperar a después de las elecciones de Andalucía y Asturias para presentar las cuentas públicas. Unas cuentas, que según ha reprochado Rubalcaba, si se hubieran presentado cuando Europa las reclamó, hoy se nos hubiera dado un mayor margen de maniobra, y probablemente se nos hubiera aceptado el 5,8% de objetivo para 2012.

Rajoy cree que el «incumplimiento» es lo peor que le ha pasado a España

A esta acusación, Rajoy ha respondido con otro reproche en su turno de contrarreplica: «Lo más grave que le ha pasado a España no es el actual baile de cifras, sino haber incumplido el compromiso que el propio Gobierno adquirió con la Comisión Europea». Según el líder del Ejecutivo, por culpa de la gestión del anterior Gobierno, hoy en día, Europa confía poco en nosotros.

No obstante, y aunque ha asegurado que asume la responsabilidad del déficit en España, Rajoy ha vuelto a insistir en lo importante que es cumplir con los compromisos que se adquieren y tener palabra. «Europa se ha sorprendido mucho de que al final España no cumpliera con lo pactado. Y este ha sido el problema», ha sentenciado el presidente, que ha asegurado que recuperar la credibilidad es su principal objetivo.

En definitiva, para el líder del Ejecutivo, haber pactado un 6% para 2011 -que fue apoyado por el grupo ‘popular’- y no haberlo cumplido es el origen de todos nuestros problemas. «Si hubiéramos hecho los deberes correctamente, con las decisiones que este Gobierno tomó en diciembre (se refiere al ajuste de 15.000 millones) nos hubiéramos ahorrado muchos disgustos», ha sentenciado Rajoy.

Una respuesta que no le ha valido al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha respondido con un rotundo «no». «No vuelva usted a hablar de herencia, señor Rajoy. El incumplimiento ha afectado a muchos otros países de la UE, entre ellos Alemania y Francia», ha espetado el líder socialista, que ha vuelto a insistir en que lo que más daño ha hecho a España han sido las formas del actual Gobierno. «Reconozca que el anuncio del 5,8% que hizo en Bruselas fue una chapuza; y que eso sí que ha dañado nuestra credibilidad», ha concluido Rubalcaba.

Elsa Sardina Vejo

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