La huelga contra la reforma de las pensiones en Francia, que fue este martes la mayor desde el inicio de las protestas en marzo, continuaba este miércoles en algunos servicios de transportes, en particular los trenes, y en la casi totalidad de las refinerías.
La circulación de trenes, por segundo día consecutivo, estaba muy reducida, según las cifras comunicadas por la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), que son idénticas a las de este martes.
Únicamente se han mantenido un tercio de los trenes de alta velocidad con salida o destino en París, en torno al 40% de los regionales y cercanías de la capital y un tercio de los otros convoyes de largo recorrido.
En cuanto a los trenes internacionales, contrasta el servicio normal en los Eurostar entre París y Londres con la anulación de todos los trenes de noche que conectan París con España o los que desde España atraviesan Francia en dirección a Italia y Suiza.
Estos últimos, que ya fueron suspendidos en las noches del lunes al martes y del martes al miércoles, se volverán a cancelar al menos la próxima noche.
Durante la mañana de este miércoles y primera hora de la tarde se van a convocar asambleas generales de trabajadores de la SNCF, que decidirán si mañana continúan con el paro.
También habían decidido seguir con la huelga los trabajadores que participaron ayer en las asambleas generales de la entidad del transporte metropolitano de París (RATP), aunque las consecuencias esta mañana eran muy limitadas, de acuerdo con la empresa.
La RATP aseguraba que poco antes de las 8.00 horas (6.00 GMT) el metro de la capital funcionaba con una cadencia «normal o casi normal», aunque en la línea de trenes de cercanías que atraviesa la ciudad de norte a sur y conecta los aeropuertos Charles de Gaulle y Orly sólo circulaban la mitad de los trenes habituales.
Otro de los pocos sectores en los que continúa el paro son las refinerías, donde de hecho se espera que la protesta hoy cubra -en mayor o menor medida- las doce que hay en la Francia metropolitana, y no las once afectadas este martes.
No obstante, la Unión Francesa de las Industrias Petroleras (UFIP) había insistido en que no había riesgo de escasez de combustible en las gasolineras esta semana, a menos que el público se apresurara para llenar sus depósitos.
Tras la jornada de este martes, en la que según los sindicatos hubo 3,5 millones de manifestantes en la calle -el mayor número desde que se iniciaron en marzo las movilizaciones contra la elevación en dos años de la edad de jubilación-, se ha convocado una nueva protesta el sábado con más marchas por todo el país.
Los sectores más radicales y más sindicalizados pretenden prolongar los paros hasta entonces para hacer plegar al Gobierno, que por boca de su primer ministro, François Fillon, repitió este martes que no habrá nuevas concesiones, y que se aprobará la ley sobre las pensiones cuya tramitación en el Senado finaliza estos días.
El ministro de Trabajo, Eric Woerth, aventuró hoy que esa tramitación se prolongará hasta mediados de la semana próxima y, en una entrevista en la emisora de radio ‘RTL’, insistió en que la reforma «es razonable» porque aumentar la edad de jubilación en dos años «es un menor esfuerzo de lo que se pide en muchos países europeos».