Es de los todo terrenos más conocidos de la marca nipona, este en concreto viene equipado con una mecánica gasolina, exactamente la versión 200 MPI CVT de 7 plazas, la cual parte de 28.900 € y actualmente tiene un descuento de 4.500 €.
Y antes de que nadie se lleve las manos a la cabeza, que no os extrañe ver este tipo de vehículos en gasolina, francamente esperamos que poco a poco sea algo más común. Como están las cosas actualmente con el tema del diésel y teniendo en cuenta la escasa diferencia de consumos entre ambas mecánicas, ya va siendo hora de que volvamos a plantearnos el comprar un gasolina.
Exterior.
El Outlander cuenta con un diseño robusto y atractivo. La unidad de pruebas era de color bronce radiant, un color muy acertado teniendo en cuenta que los todo terrenos, bajo mi punto de vista, son mucho más prácticos en todos oscuros, ya que en los claros, el polvo y la suciedad de los caminos, se notan enseguida. En su parte frontal destaca una gran calandra cromada de dos lamas, acompañada de unos faros halógenos delineados en su parte inferior por unos embellecedores cromados a juego, estos últimos dotados de una forma parecida a un boomerang que se extienden desde la punta del faro hasta la parte inferior del paragolpes.
Visto de manera lateral, los pasos de rueda con las llantas de 18”, los neumáticos de 225/55, las lunas tintadas y los embellecedores cromados de las taloneras y las puertas, dotan a este Outlander de un espíritu robusto y compacto.
La parte trasera es bastante sencilla, en ella lo destacado, son sus grandes faros y el par de detalles cromados que lleva a conjunto con el resto del vehículo.
Interior.
Al subirnos al Outlander nos encontramos con un interior sobrio y espartano. Al contrario que la mayoría de marcas que ponen un montón de funciones con muchos botones para manejarlos, Mitsubishi reivindica los coches en los que prime lo que de verdad importa, la conducción. En este caso los asientos son bastante simples, aunque cuentan con una comodidad aceptable. El volante multifunción personalmente no me ha acabado de convencer, ya que a pesar de estar tapizado en cuero, su tacto es bastante duro y en un viaje largo puede llegar a hacerse incómodo. A nuestra derecha queda la pantalla del sistema multimedia, un sistema fácil de usar y muy intuitivo en el que tendremos conectividad con nuestro Android Auto™ o Apple CarPlay. Justo debajo de este, tenemos el botón de ECOmode, dicho botón y como su nombre indica, sirve para poner el vehículo en el modo eco activando un sistema de eficiencia energética en el aire acondicionado, modera la aceleración y en caso de equipar tracción integral, la desconecta dejando el vehículo en 4×2.
El acceso a la parte trasera al igual que en la delantera, es fácil y cómodo, en los dos casos cuenta con unas puertas grandes con buen ángulo de apertura, lo que facilita mucho el subir a este coche.
La unidad de pruebas que tuvimos es la de 7 plazas, así que tras la segunda fila de asientos se esconde una tercera fila con dos asientos más. El acceso a esta ya es algo más complicado, esto último lo comparte con todos los de su segmento ya que de todos los probados hasta ahora, ninguno ha tenido un acceso fácil a las últimas dos plazas traseras.
Al llevar portón el acceso es muy práctico, aunque en este caso cuenta en los laterales con apoya brazos en las plazas de la tercera fila, y eso dota al maletero de una forma extraña, ya que no son abatibles como los asientos.
Motor y comportamiento.
Nuestra unidad de pruebas era la versión gasolina 200 MPI CVT 7p 2WD. Este motor va asociado a la caja de cambios CVT INVECS-III. El conjunto hace que el coche tenga una conducción muy suave y lineal, es necesario recalcar que aunque no cuenta con un consumo exagerado, tampoco nos podemos esperar el consumo de un Diesel. Durante la semana que lo hemos tenido la media obtenida es de 9 litros lo cual, para el tamaño del vehículo y que está movido por un motor gasolina de 150 CV, es muy aceptable.
Su comportamiento en carretera es bueno, ofreciendo una respuesta suave al acelerador y un paso por curva sin ningún tipo de balanceo. En ciudad no es un coche excepcionalmente ágil, pero eso lo comparte con la mayoría de coches de su segmento, ya que no es su hábitat natural. A pesar de ello, cuenta con una buena dirección y un excepcional sistema de frenado, que nos hace los cambios de carril y de ritmo de las grandes urbes mucho más llevaderos. En el campo esta unidad quizá está menos preparada que sus hermanos, ya que este era 4×2 y no 4×4. Aún así lo pusimos a prueba y sacó muy buena nota en este terreno.
Conclusión.
Es un coche ideal para disfrutar de la conducción sin distracciones, al entrar en el me han venido a la memoria mis primeros coches, esos en los que no contabas con la tecnología para todo, sino en los que primaba el disfrutar por encima de todas las cosas. La conducción es muy cómoda, lineal y tranquila en todos los ámbitos. Una de las cosas a su favor es que cuenta con 7 plazas, y eso lo hace ideal para familias grandes a las que les encanta hacer excursiones al campo allí donde una berlina no llega por su altura. Cuenta también con detalles para la confortabilidad de los ocupantes, como los apoya brazos en la última fila de asientos, aunque ello va en detrimento de la capacidad del maletero cuando los asientos están plegados. A pesar de ese detalle, la capacidad del maletero es muy buen, y si alguna vez puntual necesitas un espacio extra, puedes abatir la segunda fila, obteniendo así muchísimo más espacio. Resumiendo, es un coche con una relación calidad precio genial y muy a tener en cuenta si quieres un coche de estar características.
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Adictos a la Gasolina