jueves, mayo 9, 2024
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‘Felipón’ y Llull colocan al Madrid en la final

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El Real Madrid se convirtió este jueves en el primer equipo en llegar a la final de la Liga Endesa después de vencer en Málaga al Unicaja (79-89) en un partido en el que los mejores fueron Felipe Reyes y Sergi Llull, que se combinaron para sumar 44 puntos y 47 de valoración.

Con muchas dificultades, pero el Real Madrid alcanzó su tercera final ACB de manera consecutiva. El equipo de Pablo Laso sufrió lo indecible para deshacerse de un Unicaja que se quedó sin la final, pero que salió reforzado de cara al exterior y al interior. Su gran triunfo fue volver a ver el Carpena lleno a rebosar ovacionando el esfuerzo con el que se han desempeñado sus jugadores.

Unicaja volvió a llevar, por cuarta vez en una semana, al Real Madrid al límite. Y esta vez lo hizo de la manera en la que es aún más complicado, con el marcador en contra durante casi todo el choque. Porque los de Laso salieron al encuentro mucho más enchufados que en el tercer partido, donde fueron una sombra de sí mismos.

El entrenador vitoriano quiso darle a su equipo la energía que no tuvo el martes desde el quinteto inicial con la entrada de Slaughter por Mirotic. El norteamericano se lesionó a los 30 segundos de partido pero, aún así, el Madrid consiguió pronto una primera ventaja seria en el marcador (12-22, min.10), después de que presentara sus credenciales en el partido Rudy Fernández.

Parecía que Rudy, a vueltas con su lesión y con el pique con el equipo cajista que arrastraba de Madrid, iba a ser determinante, pero se quedó en actor secundario con sus nueve puntos y nueve rebotes. La gloria pudo ser para él al final, cuando tuvo el triple ganador sobre la bocina. Lo falló, porque no estaba destinado a ser su día.

Ese papel protagonista en la victoria del Madrid en Málaga fue para Felipe Reyes y Sergi Llull. El capitán blanco dio una nueva exhibición de recursos. Ofensivos y defensivos; de intangibles y de rebotes. Numéricamente fueron 22 puntos y nueve rebotes. Por sensaciones, su partido fue aún más colosal. Uno más en una temporada en la que, a sus 34 años, sigue siendo trascendental en uno de los mejores equipos del continente.

El Madrid necesitó la prórroga

Tras el fallo de Rudy, y el regalo para el baloncesto que supuso el tener cinco minutos más, el que apareció fue Llull. Siete puntos del de Mahón en el tiempo extra catapultaron al Real Madrid y acabaron con la última resistencia de Unicaja. En total fueron 22 puntos y 8 asistencias. Un apartado, el de los pases decisivos, en el que superó a un descafeinado Sergio Rodríguez, que aún así cerró el choque con 9 puntos y 6 asistencias.

Y todos los elogios que se llevarán estos dos jugadores, los escucharán debido a que Unicaja no se rindió en ningún momento. Si el equipo andaluz no está en la final será porque en los momentos cumbres, las individualidades blancas afloraron. Pero en Málaga hay proyecto, una plantilla impresionante y un entrenador colosal: Joan Plaza.

Con sus sistemas defensivos, zonas en momentos claves y acertadas rotaciones, el catalán mantuvo a los suyos en el partido. Porque Unicaja remó. Del 21-32 al 35-37 del descanso, en un rato en el que Nik Caner-Medley tuvo unos minutos estelares; del 62-70 que parecía sentenciar, a un empate final en el que Toolson puso parte de sus 17 puntos.

En esta eliminatoria también se vio la mejor versión de Carlos Suárez –12 puntos, 19 de valoración–, recuperado para la causa ante sus excompañeros, y una muy sólida de Vázquez. Y así con casi todos. Unicaja se despide entre aplausos de la ACB, una liga que querrá ganar el Madrid por segundo año consecutivo por su juego bonito o por la garra de Felipe Reyes y Sergio Llull.

El Barça se complica el pase a la final

El Valencia Basket ha completado este jueves la machada que inició el martes y ha vuelto a asaltar el Palau Blaugrana (63-81) para poner el 2-2 en la semifinal del 'play-off' de la Liga Endesa contra el FC Barcelona y devolver la serie a 'La Fonteta', que dictará sentencia después de que un desconocido Barça desaprovechara los dos 'match ball' que tenía a favor para ser finalista.

Hasta el arreón final, en que sacaron el pundonor y el orgullo los de Xavi Pascual, el partido del FC Barcelona fue para olvidar; mal en defensa, fatal en ataque. Solo 25 puntos al descanso, 45 ya bien entrado el último parcial. Otra vez ciegos de cara a canasta, impotentes en defensa, los blaugranas se hundieron demasiado pronto y, cuando quisieron reflotar la nave, ya estaba el Valencia celebrando el triunfo en puerto.

Y es que el Valencia Basket ha sido claro y justo ganador. De menos a más en esta serie en que partían con factor pista a favor, una vez dejados atrás los nervios y presión que conlleva tener esta condición han mostrado el baloncesto que atesoran. Ha salido a relucir la calidad de Doellman, la fuerza de Lishchuk, la versatilidad de Ribas o del recuperado Sato, grande en su regreso, y así hasta la frescura de Lucic. Pero esta noche, la batuta fue para Van Rossom, excelso en su gestión del juego y autor de 17 puntos.

Por contra, en el Barça solo salieron bien las cosas en el primer cuarto, que aun así perdieron 16-20. A partir de ahí, cuando buscaban canasta, solo encontraron agua hasta ahogarse en ella. Si no bajaron los brazos, mucho tendrá que retocar Pascual para la 'final' que tendrá lugar en Valencia el domingo. Si los bajaron, el toque de atención debería ser incluso mayor.

El Barça se quedó en unos escasos 25 puntos en la primera parte, jugando en casa, y estando ante la última oportunidad de hacer buenos los dos triunfos en Valencia y evitar que la serie volviera a la ciudad del Turia. Esta baja anotación, fruto del nulo acierto, de la mala selección de tiro y, de nuevo, del pobre porcentaje en la línea de tiros libres (12/22 al descanso) propició la diferencia.

Suerte tuvo el equipo de Pascual que, en los últimos compases de la primera parte, el Valencia tampoco estuviera del todo acertado en ataque. Aún así, el 25-37 era una cómoda renta, cercana a la máxima diferencia lograda hasta el momento (23-37 con canasta de Ribas). Los de Perasovic hicieron valer el regreso de Romain Sato, hasta ahora apartado por molestias.

Estaba lejos de su mejor forma, pero el alero francés batalló y dio oxígeno a su equipo, y cuajó una gran actuación. De nuevo, el 'MVP' de la Liga Regular, Justin Doellman, hizo bailar a sus defensores y llevó buena parte del peso del equipo. Eso sí, fue precisamente la labor grupal la que aupó del todo al Valencia Basket, mejor en asistencias, recuperaciones y con menos pérdidas.

Demasiado lastre para un Barça que, incómodo y perdido, incapaz de ver aro, veía como su habitual faro, Juan Carlos Navarro, tenía otro día aciago, con la bombilla fundida. No le salió nada al capitán en la primera parte, si bien fue el único que se salvó en los tiros libres y aún así el mejor valorado, reflejo de la mala primera parte. Ningún blaugrana supo tirar del carro, convencer al resto de compañeros de que, en el Palau, pueden y seguramente debían hacer más.

Los 'Sí se puede' y gritos de '¡Valencia!' se escucharon mucho en el feudo blaugrana. Con más presencia de aficionados 'taronja' que el martes, cuando empezó la 'machada' valencianista tras perder el factor pista que se habían ganado en la Fase Regular, no estuvieron solos los de Perasovic en su intento de forzar el quinto partido y evitar, de momento, la octava final seguida del FC Barcelona.

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