El jugador del Fútbol Club Barcelona, Gerard Piqué, aprovechó sus vacaciones en Estados Unidos para participar en el WSOP Main Event, un torneo de póquer disputado en las vegas. El central estuvo cerca de ganar el premio, después de que en el primer día de la competición consiguiera triplicar sus fichas.
Finalmente, el segundo día no tuvo tanta suerte y perdió la mayoría de las fichas, para terminar cayendo en la tercera jornada. Gerard Piqué había pagado los 8.000 euros de la inscripción y terminó perdiendo 7.700, aunque el primer día estaba entre los favoritos para hacerse con los ocho millones de euros y el brazalete de diamantes que estaban en juego.
Esta noticia no habrá gustado mucho en los despachos del Camp Nou, ya que se ha acusado al centran en varias ocasiones de tener problemas con el juego. En 2009, la directiva de Joan Laporta encargó a Método 3 que siguiera a Piqué por los casinos de Barcelona, según El Periódico. La afición del central de la selección por el póquer viene de lejos, ya que en Manchester también tenía fama de jugador.