martes, mayo 7, 2024
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«La Guardia Civil me dijo que buscaba a mi hijo por pertenencia a ETA»

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José Ramón Goñi fue gobernador civil de Guipúzcoa entre 1987 y 1990. Durante su mandato luchó activamente contra la lacra del terrorismo. Batalla que le situó en el objetivo de ETA. Tan sólo un año después de dejar su cargo recibió la peor noticia de su vida: su hijo era buscado por pertenencia a banda armada. Después de 21 años de dolor, Goñi desgrana su historia en ‘Mi hijo era de ETA’ (Ed. Espasa). Y entre las 197 páginas del libro, una confidencia: “Por encima de las enormes diferencias que nos separan, está mi deseo de volver a verte y de estar contigo. Eso quiere decir que te necesito más de lo que imaginas”.

Relata al principio del libro que cuesta entender que una persona esté dispuesta a matar y a pertenecer a una banda terrorista. ¿Cómo digiere un padre que su hijo forme parte de ETA?

Es muy difícil de digerir, es una enorme contradicción y provoca un dolor inmenso, que hace que durante 20 años que he estado en silencio, haya sido uno de los elementos más complicados de mi vida. Todo el mundo tiene dolores internos y éste ha sido el mío, mi pesar constante del día a día y una vez que parece que esto ya termina he decidido contar yo mi propia historia. Todos han contado mi vida hasta hoy, he sido un personaje público y todo el mundo sabía y contaba lo que había pasado en mi familia, ahora soy yo el que lo cuenta.

Mi familia fue destruida por el terrorismo. Cada uno de mis hermanos pertenecemos a una u otra parte, una vinculada a los asesinos y otra a la gente de bien, esas son mis contradicciones. Aún así, mi familia es tan sólo una más, como la mía hay muchos miles en el País Vasco.

¿Cómo descubrió que su hijo formaba parte de la banda terrorista?

La Guardia Civil me llamó al año de dejar de ser gobernador civil para decirme que estaban buscando a mi hijo por pertenencia a banda armada, fue uno de los momentos más difíciles de mi vida.

Después de lo que su hijo había vivido junto a usted, ese miedo a que le asesinaran, ¿cómo se explica que pudiera pasarse al otro bando?

Cuántas veces me habré hecho esa pregunta. Yo lo achaco a las familias, no soy el único que tiene un hijo en ETA y no participa en su ideología bárbara. La sociedad también tiene parte de culpa, la calle, los amigos, el bar, las discotecas que hay en la zona. Mi hijo, por lo que fuera, dio ese paso y entró en esa sociedad que le llevó a participar en ETA. No tiene delitos de sangre, lo sé, pero no significa que no haya participado o tenga amigos que hayan intentado asesinar. Yo mismo he sufrido esos intentos de asesinato.

En el libro relata cómo un joven etarra le dice que sería capaz de matar a su padre si se lo ordenaran, usted lo tilda de “bravuconada”, pero ¿cree que su hijo hubiera sido capaz?

El terrorista cuando va a asesinar deshumaniza al objetivo, pero a un familiar es muy difícil hacerlo. Si se diera el caso significaría que ha perdido toda humanidad. Por eso les resulta tan difícil reconocer que se han equivocado porque sería humanizar de nuevo a sus víctimas, convertirlas en un ser humano igual que él y eso es muy complicado, casi imposible.

¿Qué objetivo tiene este libro?

Todo el libro es una carta de amor a mi hijo. Le enseño mi corazón, le digo que le amo, un padre nunca puede dejar de amar a su hijo, el amor de los padres hacia lo hijos es un amor sincero, eterno, desprendido y yo estoy en esa contradicción. Amo a mi hijo pero rechazo todo lo que significa ETA.

Por otro lado, rehacer y limpiar esa sociedad del odio va a costar mucho tiempo y con este libro quiero poner mi granito de arena para poder convivir en una sociedad libre.

Después de todo lo que han sufrido en el País Vasco, ahora que hay un cese de la violencia ¿Cómo lo vive ahora? ¿Qué va a ocurrir?

Guipúzcoa ha sido la provincia de España dónde ETA ha matado a más personas. De los aproximadamente 850 asesinatos que ha cometido ETA, 300 han sido en Guipúzcoa. Una sociedad no puede aguantar que cada 14 días durante 44 años que ha durado la barbarie, haya un asesinato, es insoportable. El miedo que recibe la sociedad cala en ella. Los vascos hemos vivido en un silencio aterrador.

Los crímenes tienen asignado en el código penal un castigo que suele ser de 20 o 30 años, pero el haber aterrorizado a una sociedad durante 40 años no está tipificado y debería tener muchísimo más castigo.

Yo creo que el proceso que vamos a tener en el País Vasco es algo que no va a estar centrado en ETA, sino en las consecuencias del terrorismo y el porqué esta sociedad ha sido tan maltratada por ETA. Todo eso ha sido estimulado por el odio, un motor esencial para hacer el mal y en el País Vasco hay mucho odio y eso es lo que hay que resolver. Hasta que el odio no acabe, no habrán desaparecido las señales que ha dejado ETA. La sociedad necesita que pidan perdón y aprendan a convivir con toda la ciudadanía.

Itziar de la Fuente Herrero

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