martes, mayo 7, 2024
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Margen de vuelo y sueño

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Ricky Dávila (Bilbao 1964) es un fotógrafo excepcional. Y lo demuestra con dos exposiciones simultáneas en Madrid. Una forma más, y hay otras maneras, de reconocimiento de sus trabajos…en blanco y negro.

Una es en la casa de América de Madrid con el título de Nubes de un cielo que no cambia y que también se expresa en un libro.

Tanto la muestra como el trabajo editorial, son producto de una colaboración entre el artista y la institución. Como no es dado el retratista a los pies de foto se ha encargado de ellos los poemas del colombiano Dufay Bustamante.

Son 50 fotografía de gran formato tomadas e la ciudad de Bogotá (Colombia). Son fruto de tres estancias allí a lo largo de los dos últimos años.

Hay muchos patios traseros, en la periferia de la ciudad. Hay muchos mendigos, hay edificios que flotan y tienen el color del negro, de la desesperanza. Retratos también y un calendario con la cabeza de un tigre, del todo kitsch.

El fotógrafo le da a todo su sentido. Dice que su trabajo ‘es el brillo de los otros’ para añadir a continuación ‘mi fundamento es documental’ y remata ‘no me peleo con la realidad, bastante es sufrirla’.

En el Círculo de Bellas Artes tiene otra muestra titulada Ibérica que le ha llevado diez años de trabajo recorriendo (y retratando) la geografía española.

Son 80 imágenes, retratos de personas y paisajes con las que hace una especie de mix entre el tratamiento documental y la metáfora de las cosas que pasan en la calle. Es una mezcla entre la realidad y la expresión artística.

Sus instantáneas son cosas y personas de la calle a las que captura, en sus vidas cotidianas y que son parte de nuestra existencia. Como si fueran parte de un mosaico de la realidad.

Son interesante sus retratados, están mirándonos todos ellos, a la cámara y a nosotros. Como si dijeran ‘aquí estoy yo y no te enteras’. Y Dávila se ha encargado de darles voz, cuerpo presente, a los que no la tienen.

Pero son más interesantes si caben esas fotos de paso, borrosas, movidas, hechas en movimiento. Como esa estación de gasolina que tiene un avión en el techo o esa central de energía…eléctrica que está en el horizonte por el que pasamos.

Ricky Dávila tiene una espectacular capacidad para atrapar la luz y convertirla en lenguaje poético.

Esta exposición en el Círculo de Bellas Artes está también acompañada con un libro que tiene el mismo nombre.

Al explicar las fotografías dice ‘No me parece propio pretender un espíritu informativo en algo que no lo tiene y eso es lo bonito del retrato, ese margen de vuelo y de sueño’. Pues eso.

Nubes de un cielo que no cambia

Casa de América de Madrid. www.casamerica.es

Hasta el 21 de febrero.

Ibérica

Círculo de Bellas Artes de Madrid. www.circulobellasartes.com

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