Primero estuvo a punto a finales de los 80 de acabar con «la Lola de España», que tuvo que pagar 28 millones de las antiguas pesetas por «olvidarse» de hacer la declaración, y ahora Hacienda, ese organismo que dice que «somos todos» (no se lo cree nadie), quiere destronar a «la princesa del pueblo».
Sí, han oído bien, está investigando nada menos a la ganadora de 'Gran Hermano VIP', a la mujer a la que, según ella, «media España odia (Hacienda y cuatro tarados más) y media España adora».
¿Acaso no saben que eso la puede producir una subida de azúcar? ¿Desconocen que a la colaboradora de 'Sálvame' no se le pueden dar disgustos de este tipo porque son malos para su salud? El que su «Migue» la pueda llevar de inmediato en su ambulancia a cualquier centro hospitalario no quiere decir que esa gente pueda poner en peligro su vida de esta forma.
Lo curioso del caso es que, como ella misma dijo en televisión (quizás sea otra de sus «cachondadas»), Hacienda ha decidido investigarla por decir durante el concurso lo de que «yo tenía el dinero en Bankia y lo quité. Tenía tanto que para qué me van a robar. Y dije: hay que cambiarlo. Y me dijo el Toño: 'a las Caimán'». Es que ni el Eugenio o Chiquito de sus mejores épocas, ni Dani Rovira en la actualidad, tienen tanto sentido del humor como esta mujer. Me parto y me troncho con ella, como diría el Luisma de 'Aída'.
Quiera Dios que esa investigación no provoque una tragedia. Con lo «sufrida» que es ella lo único que puede conseguir Montoro y su ministerio es que pueda recaer de cualquier cosa que haya tenido o tenga todavía (ese sí es un misterio y no el de las caras de Belmez).
Ana Torroja, la exvocalista de Mecano, condenada por tres delitos de fraude fiscal, y no sólo a pagar sino a cinco meses de prisión por cada uno de ellos, no fue a la cárcel por no tener antecedentes y por atenuantes de reparación del daño y confesión y colaboración con la justicia.
Leo Messi y su padre tuvieron que acudir a un juzgado de Gavà (Barcelona) como imputados por haber defraudado algo más de cuatro millones de euros y, más rápido que Ana Torroja, puso todo ese dinero y 10 millones extra correspondientes a declaraciones complementarias de IRPF de 2010 y 2011, no se sabe si por buena voluntad o por interés en evitar una severa condena por fraude fiscal.
A Isabel Pantoja no le salvó ni el «tato» Montoro de una pena de 24 meses de prisión por blanqueo de capitales y el ‘caso Blanqueo’ puso sobre la pista a la Agencia Tributaria, que la congeló bienes por valor de 1,8 millones de euros en el marco de una profunda investigación.
¿Se imaginan que lo de las Caimán no fuera una broma tan cachonda como las que suele gastar la reina del humor? Ni pensarlo quiero. Telecinco se hundiría, el país lloraría más que cuando Iniesta nos dio el Mundial y ella terminaría peor que Nadiuska o Policarpo Díaz, el «Potro de Vallecas» (elijan ustedes). Vaya dramón.
La mosca